Era la diosa de las cosechas, presidía las recolecciones
abundantes. Para los romanos fue Ceres (de dónde proviene la palabra cereal). Se la representaba como una
bella mujer de cabello dorado y vestida con una túnica azul, o como una matrona
sentada.
Parte del nombre significa madre (“meter”).
Deméter es el arquetipo de la madre, representa el instinto
maternal, que se realiza a través del embarazo o mediante suministro de
alimento físico, psicológico o espiritual a los demás. “Este arquetipo de madre motiva a nutrir a los demás, a ser generosa y a dar, y a encontrar satisfacción como cuidadoras o protectoras”. Pg. 229.
Si la mujer tiene un fuerte arquetipo de Deméter anhela ser
madre. “La imagen de la madre y el hijo- representado en Occidente como la Virgen y el Niño- corresponde a una imagen
interna que la conmueve profundamente”.
Se puede expresar mediante profesiones de ayuda, y en
cualquier relación que en la que pueda nutrir. Este arquetipo no está limitado
a ser madre biológica o a alimentar exclusivamente a los propios hijos.
El arquetipo es una fuerza irresistible para quedarse
embarazada. Pero si está inconscientemente motivada, puede quedarse embarazada
“por accidente”.
Si el aborto es claramente la opción más sensata o
responsable, una mujer no-Deméter puede decidir abortar y a continuación
sentirse aliviada. Pero si Deméter tiene gran influencia, ésta no puede
llevarlo a cabo. Como consecuencia, puede que tenga un hijo alterando así todo
el curso de su vida.
Si decide abortar, sentirá agitación y un conflicto interno,
durante y después del proceso de decisión y el proceso de llevarlo a cabo.
Sentirá pesar en lugar de alivio, o una mezcla de ambos. Se deduce que después
de tanta infelicidad, se asegurará de que no le sucede otra vez. “Pero también
sucede lo contrario: pasa por ciclos de embarazo, agitación, aborto, depresión,
porque el impulso de estar embarazada, una vez frustrado, se vuelve todavía más
fuerte” pg. 230.
Alimentar a los demás constituye otra satisfacción para esta
mujer. Les gusta preparar grandes comidas para familia o invitados. Las mujeres
que se apartan al campo a cultivar sus propios alimentos, cocer pan, envasar
frutas y compartirlo con los demás, está expresando el aspecto de Madre
Naturaleza de Deméter.
Las madres Deméter se niegan a ceder si está en juego el
bienestar de sus hijos. Las llamadas Madres
de la Plaza de
Mayo, son como Deméter en su perseverancia, se negaban a rendirse y
continuaban protestando contra la dictadura, aunque fuera peligroso. “Obstinación,
paciencia y perseverancia son cualidades de Deméter que pueden influir a un
hombre o una institución poderosos” pg. 232.
Deméter era la madre más generosa. Como muchas mujeres líderes
espirituales que han sido consideradas como figuras maternales, como la madre
Teresa de Calcuta, o la santa ganadora del premio Nobel de la Paz. Algunas ofrecen
alimento y cuidado físico, otras apoyo emocional y psicológico, mientras que
otras dan alimento espiritual.
Como este arquetipo representa una fuerza poderosa, si no
puede realizarlo, puede sufrir la depresión “del nido vacío”. Si anhela tener
un hijo y es estéril, el hijo puede morir o abandona el hogar. Se termina su
trabajo de madre sustitutiva y echa de menos a sus clientes o estudiantes. Se
aflige y siente su vida carente de sentido o vacía.
Un estudio de mujeres deprimidas hospitalizadas por primera
vez entre los cuarenta y cincuenta y nueve años, reveló que las más deprimidas
eran las madres muy generosas y muy implicadas. Antes de su enfermedad eran “supermadres”
con un largo historial de sacrificios. Si les preguntaban de qué se sentían más
orgullosas, todas respondían: “De mis hijos”. Ninguna mencionaba cualquier otro
logro propio.
Ella está obsesionada con su sentimiento de pérdida y limitará
sus intereses. Sus síntomas son muy similares entre ellas: “sus expresiones
faciales, la manera de sentarse, de mantenerse en pie, de caminar y de mirar; la
manera cómo expresan el dolor y hacen que los demás se sientan a la defensiva,
culpables, enfadados o impotentes” pg. 234.
Cuando Deméter se deprimió, nada creció, y la hambruna
amenazó con destruir a la humanidad. Su aspecto destructivo se expresa
reteniendo lo que otros necesitan. Una nueva madre gravemente deprimida puede
ser un peligro para la vida de su bebé, el personal médico puede diagnosticar
“falta de impulso”. Las madres Deméter pueden retener su aprobación a los hijos
que crecen y se van independizando de ella.
Las mujeres están cultivando a Deméter cuando consideran si
tener un hijo o no, imaginándose embarazadas y teniendo niños. A medida que
resulta más maternal y trabaja por serlo, el arquetipo Deméter crece en ella.
La mujer Deméter es nutridota y protectora en sus
relaciones, útil y generosa. “Ella proporciona todo lo que se necesita: sopa de
pollo, un abrazo de apoyo, dinero para sacar a flote a un amigo,… ““Es sólida y
eficaz. La describen como alguien que “tiene los pies en el suelo”.” Suele ser
generosa, directa, altruista y leal a personas y principios, hasta poder
considerarla obstinada. Tiene fuertes convicciones y es difícil hacerla cambiar
de opinión cuando algo o alguien importante para ella está involucrado” pg. 236.
Algunas niñas Deméter mecen a sus muñecos, y les gusta tener
en brazos a bebés de verdad, a los nueve o diez años está deseosa de cuidar a
los bebés de los vecinos.
La vida de la diosa Deméter también se repite en la vida
real. Cuando las niñas Deméter crecen en hogares con madres maternales y padres
nada paternales. La niña se identifica con su madre y se desconecta del padre.
La actitud del padre puede ser desde el desinterés hasta la competitividad, el
resentimiento o incluso malos tratos. La autoestima de Deméter sufre y ella
desarrolla una actitud de víctima. O quizás tenga padres inmaduros o
incompetentes, y en cuanto tiene suficiente edad tal vez cuide de sus hermanos.
Pero si tiene un padre cariñoso y que la aprueba, considerará a los hombres de
manera positiva y su deseo de ser una buena madre. Su experiencia de infancia
no reforzará su inclinación del arquetipo a convertirse en víctima.
En la pubertad, algunas jóvenes Deméter empiezan a desear
quedarse embarazadas. Sin embargo la mayoría no se quedan embarazadas, ya que
puede no estar motivada a tener experiencias sexuales tempranas.
Puede que se case joven y tenga familia. Ésto encaja con
ellas más que tener una educación o un trabajo. Ella no es ambiciosa, intelectual
o competitiva. Sus amigas serán de un gran abanico social y racial.
Tiene tendencia a buscar profesiones de ayuda a los demás.
Le atraen las profesiones tradicionalmente femeninas como la enseñanza, el
trabajo social o el preescolar. Las mujeres Deméter en una posición de
liderazgo o como “madres fundadoras” de una institución, les puede requerir que
se quede sin tiempo o energía par nada más. El anhelo de una pareja y de un
hijo propio permanecerá insatisfecho. Surgen conflictos en ella, y entre ella y
los demás. Los empleados esperan de ella que mire por ellos personalmente, y
quedan resentidos y se enfadan si no lo hace.
Ellas no compiten con otras mujeres por hombres o por logros.
Cualquier envidia está relacionada con lo niños. Una mujer Deméter se compara
desfavorablemente a sí misma con mujeres de su misma edad que son madres. Si no
puede tener hijos biológicos, se amarga por la facilidad con la que otras
mujeres se quedan embarazadas, especialmente si abortan. En la tercera edad, la
envidia puede aparecer de nuevo respecto a los nietos.
Tienen sólidas amistades con otras mujeres Deméter, que se
remontan al tiempo en el que fueron madres juntas. Muchas confían más en sus
amigas que en sus maridos. Dentro de las familias, mujeres Deméter pueden estar
juntas durante generaciones y suelen tener un modelo matriarcal. El modelo
madre-hija puede duplicarse con amigas. Una mujer puede adoptar el papel
maternal con una amiga tipo Perséfone, indecisa y sin experiencia.
Atrae a hombres que se fijan en mujeres maternales. Es
característico que no sea ella quién elige y responda a la necesidad que tiene
un hombre de ella. Puede estar con un hombre porque le da pena. Ellas no tienen
grandes esperanzas respecto a los hombres, es común que piensen que “los
hombres son como niños”.
Un patrón común de pareja es la de Gran madre-hijo/amante.
Puede ser un hombre sensible o con talento que se siente incomprendido por los
demás. Según ella, el mundo es cruel con él. Ella tolera su conducta, que los
demás consideran egoísta o desconsiderada.
Una mujer Deméter puede estar sobrecogida por su apariencia
o su talento. Una mujer relataba: “Éra feliz cuidándole. Le mimé hasta
convertirle en un desastre” Lo decía con orgullo, más que con amargura.
Sus cualidades la hacen vulnerable a ser utilizada por un “sociópata”,
otro tipo de hombre frecuente en sus relaciones. El sociópata actúa bajo la
presunción que sus necesidades le justifican para recibir. Es incapaz de
intimidad emocional o de sentimientos de aprecio. Su actitud podría
simbolizarse por la pregunta: “¿Qué has hecho por mí últimamente?”. Esta relación
puede atar la vida de esta mujer y empobrecerla económicamente.
Otro tipo de hombre es el que quiere “una chica como la que
se casó con papá”, quiere que sea sensible, cálida, que cuide de él, que vigile
que vaya al médico, y organice su vida social.
El único atraído por Deméter que es maduro y generoso es el “padre de familia”. Él quiere formar
una familia y busca una mujer que sea maternal. Es el único que está maduro
para cuidar de ella.
Los otros tipos pueden verse amenazados por la idea de los
hijos y pueden insistir en que ella aborte. Esta insistencia la hará entrar en crisis
respecto a su naturaleza maternal: o bien rechaza al hombre del que hace de
madre, o rechaza la maternidad. La elección la hace sentirse como una madre que
tiene que elegir sacrificar a uno de sus dos hijos.
Respecto a la sexualidad, no tiene un fuerte impulso sexual.
Es cariñosa más que provocativa. Muchas tienen una actitud puritana respecto al
sexo. Algunas lo consideran como parte de lo que una esposa provee a su marido.
En relación al matrimonio, quieren casarse para tener hijos.
El matrimonio no es primordial para ellas.
Si no puede tener hijos se sentirá estéril. Todas se
perciben como buenas madres, pero sean madres buenas o terribles, son siempre
absorbentes.
Si sus hijos le manifiestan resentimiento, se siente herida
y confusa. No puede ver que haya contribuido a las dificultades de sus hijos.
Algunas madres Deméter
siempre temen que algo malo pueda ocurrir a su hija. Como la hija de la
diosa, que fue raptada. Temen la posibilidad de un “rapto” desde que nace. Limitan
la independencia de sus hijas y desalientan sus relaciones con los demás. Una
madre Deméter puede sentirse culpable de cualquier acontecimiento que tenga un efecto
negativo en sus hijos/as.
A veces, los hijos de una madre Deméter controladora están
siempre cerca de ella. Si se casan,
pueden mantener vínculos con su madre más fuertes que los conyugales.
Otro modelo negativo es el de la madre que no puede decir
que no a sus hijos. Hará sacrificios para conseguir lo que quieren sus hijos, o
se sentirá culpable. Esos hijos crecen sintiéndose con derecho a una
consideración especial y muy mal preparados para adaptarse.
En la mitad de su vida, si no ha tenido hijos, se preocupará
porque su reloj biológico se está acercando al límite. Las mujeres no casadas
contemplan la posibilidad de ser madres solteras. Si tiene hijos, puede ser
inconsciente de la necesidad de organizar el resto de su vida. O tener el
impulso de tener un hijo tardío.
En la vejez, pueden entrar en dos categorías. Muchas
encuentran gratificante esta fase de su vida. Las que han fortalecido la
independencia y el respeto mutuo, y son queridas y respetadas por sus hijos, nietos,
clientes… Pero puede acabar considerándose una víctima por decepciones y
esperanzas frustradas de los años de la mitad de la vida.
Como dificultades
psicológicas, la mujer Deméter debe hacer frente a la diosa una y otra vez,
si quiere tomar las riendas de su vida. En lugar de decir siempre “sí”, tiene
que escoger cuándo, cómo y quién dar. También cuándo y con quién quiere tener
un bebé.
El cansancio, los dolores de cabeza, la subida de presión
sanguínea y los dolores de espalda son corrientes en las mujeres Deméter que no
saben decir que no, o expresar su enfado cuando tienen excesivo trabajo.
A cualquier cosa que hagan sus hijos puede añadir el mensaje
de “no lo has hecho suficientemente bien”, se puede volver posesiva,
controladora y constrictiva. Cuando intenta suprimir sus propios sentimientos,
empieza a manifestar una conducta pasivo-agresiva. Y tal vez no compre el
producto que le pidió su vecina de al lado, no cumple los plazos a los que se
comprometió, o llega tarde a una reunión. Sería mejor si pudiera decir que no
al principio, porque esa conducta la hace sentir incompetente y culpable.
Si pierde una relación en la que ha sido figura maternal,
también pierde su papel de madre, que le había dado un sensación de poder,
importancia y sentido a su vida. Si el arquetipo se encuentra en el máximo de
su intensidad, la mujer se vuelve incapaz de funcionar y necesita una
hospitalización psiquiátrica. Puede que se quede inmóvil y abstraída, o que
deambule de acá para allá, retorciéndose las manos y atormentada. Si ella
hubiera sabido que era susceptible a la depresión del “nido vacío”, podría
haber tomado medidas preventivas. “Desarrollar otras diosas dentro le proporciona intereses suplementarios, más
allá de hacer de madre” pg. 257.
Como maneras de desarrollo
psicológico, ella puede negar su conducta pasivo-agresiva, pero sabe que
está decepcionada y que se siente deprimida. Si llega a reconocer sus rasgos
negativos, cambiar su conducta será una tarea más sencilla. También puede
preguntarse cuando le piden tomar otra responsabilidad: “¿Es algo que quiero
hacer?”, y “¿Tengo suficiente tiempo y energía?”. Si no ha sido bien tratada,
tiene que recuperar la seguridad y animarse a hacerlo saber.
Una mujer Deméter atormentada y deprimida, ha sufrido una
pérdida significativa. “Una relación, un rol, un trabajo, un ideal: cualquier
cosa que diese sentido a su vida y que ahora ya no tenga” pg. 259. La
recuperación es posible. Arriesgarse a tener otra relación es una vía de recuperación.
A veces la recuperación ocurre de forma algo misteriosa. Hay unos pocos signos
de primavera, de retorno a la vida, y la mujer vuelve a ser ella misma.
Emergerá con mayor sabiduría, sabiendo que es posible vivir superando cualquier
hecho que le suceda, igual que la primavera sigue al invierno.
Este arquetipo se puede relacionar con el patrón de la Remera o la Sanadora de heridas de Giorgio Nardone.
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