Seguimos con los patrones de relación femeninos, es el turno de la Bella Durmiente.
Ésta es una mujer de aspecto agradable, de un ritmo lento y suave, de modales cuidados. "Podrías tomarla por la modelo de un pintor". "En ella todo tien la calma de quién sabe esperar".pg. 37
Es la "espera" la característica común a este tipo de mujer. Está a la espera de que alguien la despierte con un beso.
En la actualidad, podríamos pensar que ésta es una especie de mujer que ha desaparecido, pero la experiencia indica lo contrario.
Por norma, es una chica de buena familia, culta pero no intelectual,"y encarna "el lema" in medio stat virtus"". pg. 37
En la relación con el hombre, la espera es su estrategia.
"Pero no ha tenido en cuenta la desaparición, en la noche de los tiempos, del caballero que la ha de besar y la espera del despertar,muchas de las veces se prolonga tanto que se vuelve insoportable".pg. 38
Si no llega el caballero, la bella se queda con el chico "bueno" que conoció en el colegio, o un buen amigo de tiempo atrás o alguien conocido en el trabajo, etc... Ella "cede" en la cuestión del amor. Se forma una pareja de dos "buenos" chicos que se atiene a reglas familiares y sociales, y se crea una relación sin altos ni bajos. Ésto puede seguir así durante años, pero al primer problema o turbación el equilibrio delicado se puede romper.
Sólo hace falta que la mujer conozca por casualidad a un hombre que despierte en ella sus sentidos arrinconados. Aquello que estaba latente reclama su lugar, y demanda lo que no se había concedido hasta ahora.
"El perezoso, en una increíble metamorfosis, se transforma en un tigresa hambrienta." pg. 38
Ya no hay vuelta atrás. En este punto, transgredir e incluso el adulterio son legítimos. Ella ahora culpa a la pareja con quién había convivido de todos sus males, por tanto cualquier acto es legal.
Por lo general se trata de mujeres de alrededor de los cuarenta años, que han despertado tarde a la pasión y no dudan en echar por tierra todo lo conseguido en años y seguir a ese "amor" que ha sido frustada tanto tiempo.
Muchas veces no encuentra la felicidad añorada, sino soledad y desilusión, aún mayor de la que podía tener antes. Cuando la pasión explosiva termina, (que se debe en gran parte a la receptividad de la mujer más que a las virtudes del hombre), la relación pasa a ser decepcionante.
La mujer inicia así una búsqueda de nuevas presas, buscando al hombre que le encaje. Lo que suele pasar es que la historia se repite, para finalizar su búsqueda encuentra un hombre con quién se sienta segura y protegida y vuelve a una realidad de pareja sin emoción o templada.
A la inversa, si nos referimos al Bello Durmiente, hay pocas diferencias al patrón. Es él quién despierta y traiciona a su "mujercita", que en lugar de "despertar" se encuentra con una lluvia helada. Puede pasar que intente transformarse de buena y moderada, a agresiva y sensual para no perder a su pareja. Pero es ya tarde y todo se vuelve contra ella.
Otra variación al modelo, y también devastadora. Cuando la mujer intercambia al canalla que la ha emocionado o despertado por el noble caballero del beso encantado. Sacrifica su ilusión, y se confía a él. La mujer puede acabar ahora maltratada de aquél que sigue viendo sin mancha y sin pecado.
Yo recuerdo la historia de una chica así. Casada con su novio de la adolescencia, formaban una pareja de chicos buenos. Siempre estaban juntos y aparentemente felices. Un día entra un nuevo compañero en su oficina, y ella se queda embelesada. El nuevo compañero se da cuenta y bromea con ella. Ella se toma sus bromas como una declaración de intenciones, y se enamora locamente. Incapaz de contenerse, al cabo d unos meses declara su amor al nuevo chico, pero él la rechaza. Ahora siente que ha traicionado a su devoto marido. Decide hablar con él de lo que le está pasando, el marido se muestra comprensivo pero le "recomienda" visitar a un psiquiatra. Humillada por su marido y por el psiquiatra que le hacen pensar que "se ha vuelto loca", olvida su corta historia de amor como puede.
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