jueves, 30 de mayo de 2013

Las Diosas de cada Mujer. Deméter


Era la diosa de las cosechas, presidía las recolecciones abundantes. Para los romanos fue Ceres (de dónde proviene la palabra cereal). Se la representaba como una bella mujer de cabello dorado y vestida con una túnica azul, o como una matrona sentada.

Parte del nombre significa madre (“meter”).

Deméter es el arquetipo de la madre, representa el instinto maternal, que se realiza a través del embarazo o mediante suministro de alimento físico, psicológico o espiritual a los demás. “Este arquetipo de madre motiva a nutrir a los demás, a ser generosa y a dar, y a encontrar satisfacción como cuidadoras o protectoras”. Pg. 229.

Si la mujer tiene un fuerte arquetipo de Deméter anhela ser madre. “La imagen de la madre y el hijo- representado en Occidente como la Virgen y el Niño- corresponde a una imagen interna que la conmueve profundamente”.


Se puede expresar mediante profesiones de ayuda, y en cualquier relación que en la que pueda nutrir. Este arquetipo no está limitado a ser madre biológica o a alimentar exclusivamente a los propios hijos.

El arquetipo es una fuerza irresistible para quedarse embarazada. Pero si está inconscientemente motivada, puede quedarse embarazada “por accidente”.
Si el aborto es claramente la opción más sensata o responsable, una mujer no-Deméter puede decidir abortar y a continuación sentirse aliviada. Pero si Deméter tiene gran influencia, ésta no puede llevarlo a cabo. Como consecuencia, puede que tenga un hijo alterando así todo el curso de su vida.
Si decide abortar, sentirá agitación y un conflicto interno, durante y después del proceso de decisión y el proceso de llevarlo a cabo. Sentirá pesar en lugar de alivio, o una mezcla de ambos. Se deduce que después de tanta infelicidad, se asegurará de que no le sucede otra vez. “Pero también sucede lo contrario: pasa por ciclos de embarazo, agitación, aborto, depresión, porque el impulso de estar embarazada, una vez frustrado, se vuelve todavía más fuerte” pg. 230.

Alimentar a los demás constituye otra satisfacción para esta mujer. Les gusta preparar grandes comidas para familia o invitados. Las mujeres que se apartan al campo a cultivar sus propios alimentos, cocer pan, envasar frutas y compartirlo con los demás, está expresando el aspecto de Madre Naturaleza de Deméter.

Las madres Deméter se niegan a ceder si está en juego el bienestar de sus hijos. Las llamadas Madres de la Plaza de Mayo, son como Deméter en su perseverancia, se negaban a rendirse y continuaban protestando contra la dictadura, aunque fuera peligroso. “Obstinación, paciencia y perseverancia son cualidades de Deméter que pueden influir a un hombre o una institución poderosos” pg. 232.

Deméter era la madre más generosa. Como muchas mujeres líderes espirituales que han sido consideradas como figuras maternales, como la madre Teresa de Calcuta, o la santa ganadora del premio Nobel de la Paz. Algunas ofrecen alimento y cuidado físico, otras apoyo emocional y psicológico, mientras que otras dan alimento espiritual.
Como este arquetipo representa una fuerza poderosa, si no puede realizarlo, puede sufrir la depresión “del nido vacío”. Si anhela tener un hijo y es estéril, el hijo puede morir o abandona el hogar. Se termina su trabajo de madre sustitutiva y echa de menos a sus clientes o estudiantes. Se aflige y siente su vida carente de sentido o vacía.

Un estudio de mujeres deprimidas hospitalizadas por primera vez entre los cuarenta y cincuenta y nueve años, reveló que las más deprimidas eran las madres muy generosas y muy implicadas. Antes de su enfermedad eran “supermadres” con un largo historial de sacrificios. Si les preguntaban de qué se sentían más orgullosas, todas respondían: “De mis hijos”. Ninguna mencionaba cualquier otro logro propio.
Ella está obsesionada con su sentimiento de pérdida y limitará sus intereses. Sus síntomas son muy similares entre ellas: “sus expresiones faciales, la manera de sentarse, de mantenerse en pie, de caminar y de mirar; la manera cómo expresan el dolor y hacen que los demás se sientan a la defensiva, culpables, enfadados o impotentes” pg. 234.

Cuando Deméter se deprimió, nada creció, y la hambruna amenazó con destruir a la humanidad. Su aspecto destructivo se expresa reteniendo lo que otros necesitan. Una nueva madre gravemente deprimida puede ser un peligro para la vida de su bebé, el personal médico puede diagnosticar “falta de impulso”. Las madres Deméter pueden retener su aprobación a los hijos que crecen y se van independizando de ella.

Las mujeres están cultivando a Deméter cuando consideran si tener un hijo o no, imaginándose embarazadas y teniendo niños. A medida que resulta más maternal y trabaja por serlo, el arquetipo Deméter crece en ella.

La mujer Deméter es nutridota y protectora en sus relaciones, útil y generosa. “Ella proporciona todo lo que se necesita: sopa de pollo, un abrazo de apoyo, dinero para sacar a flote a un amigo,… ““Es sólida y eficaz. La describen como alguien que “tiene los pies en el suelo”.” Suele ser generosa, directa, altruista y leal a personas y principios, hasta poder considerarla obstinada. Tiene fuertes convicciones y es difícil hacerla cambiar de opinión cuando algo o alguien importante para ella está involucrado” pg. 236.

Algunas niñas Deméter mecen a sus muñecos, y les gusta tener en brazos a bebés de verdad, a los nueve o diez años está deseosa de cuidar a los bebés de los vecinos.

La vida de la diosa Deméter también se repite en la vida real. Cuando las niñas Deméter crecen en hogares con madres maternales y padres nada paternales. La niña se identifica con su madre y se desconecta del padre. La actitud del padre puede ser desde el desinterés hasta la competitividad, el resentimiento o incluso malos tratos. La autoestima de Deméter sufre y ella desarrolla una actitud de víctima. O quizás tenga padres inmaduros o incompetentes, y en cuanto tiene suficiente edad tal vez cuide de sus hermanos. Pero si tiene un padre cariñoso y que la aprueba, considerará a los hombres de manera positiva y su deseo de ser una buena madre. Su experiencia de infancia no reforzará su inclinación del arquetipo a convertirse en víctima.

En la pubertad, algunas jóvenes Deméter empiezan a desear quedarse embarazadas. Sin embargo la mayoría no se quedan embarazadas, ya que puede no estar motivada a tener experiencias sexuales tempranas.
Puede que se case joven y tenga familia. Ésto encaja con ellas más que tener una educación o un trabajo. Ella no es ambiciosa, intelectual o competitiva. Sus amigas serán de un gran abanico social y racial.

Tiene tendencia a buscar profesiones de ayuda a los demás. Le atraen las profesiones tradicionalmente femeninas como la enseñanza, el trabajo social o el preescolar. Las mujeres Deméter en una posición de liderazgo o como “madres fundadoras” de una institución, les puede requerir que se quede sin tiempo o energía par nada más. El anhelo de una pareja y de un hijo propio permanecerá insatisfecho. Surgen conflictos en ella, y entre ella y los demás. Los empleados esperan de ella que mire por ellos personalmente, y quedan resentidos y se enfadan si no lo hace.

Ellas no compiten con otras mujeres por hombres o por logros. Cualquier envidia está relacionada con lo niños. Una mujer Deméter se compara desfavorablemente a sí misma con mujeres de su misma edad que son madres. Si no puede tener hijos biológicos, se amarga por la facilidad con la que otras mujeres se quedan embarazadas, especialmente si abortan. En la tercera edad, la envidia puede aparecer de nuevo respecto a los nietos.

Tienen sólidas amistades con otras mujeres Deméter, que se remontan al tiempo en el que fueron madres juntas. Muchas confían más en sus amigas que en sus maridos. Dentro de las familias, mujeres Deméter pueden estar juntas durante generaciones y suelen tener un modelo matriarcal. El modelo madre-hija puede duplicarse con amigas. Una mujer puede adoptar el papel maternal con una amiga tipo Perséfone, indecisa y sin experiencia.

Atrae a hombres que se fijan en mujeres maternales. Es característico que no sea ella quién elige y responda a la necesidad que tiene un hombre de ella. Puede estar con un hombre porque le da pena. Ellas no tienen grandes esperanzas respecto a los hombres, es común que piensen que “los hombres son como niños”.

Un patrón común de pareja es la de Gran madre-hijo/amante. Puede ser un hombre sensible o con talento que se siente incomprendido por los demás. Según ella, el mundo es cruel con él. Ella tolera su conducta, que los demás consideran egoísta o desconsiderada.
Una mujer Deméter puede estar sobrecogida por su apariencia o su talento. Una mujer relataba: “Éra feliz cuidándole. Le mimé hasta convertirle en un desastre” Lo decía con orgullo, más que con amargura.

Sus cualidades la hacen vulnerable a ser utilizada por un “sociópata”, otro tipo de hombre frecuente en sus relaciones. El sociópata actúa bajo la presunción que sus necesidades le justifican para recibir. Es incapaz de intimidad emocional o de sentimientos de aprecio. Su actitud podría simbolizarse por la pregunta: “¿Qué has hecho por mí últimamente?”. Esta relación puede atar la vida de esta mujer y empobrecerla económicamente.
Otro tipo de hombre es el que quiere “una chica como la que se casó con papá”, quiere que sea sensible, cálida, que cuide de él, que vigile que vaya al médico, y organice su vida social.

El único atraído por Deméter que es maduro y generoso  es el “padre de familia”. Él quiere formar una familia y busca una mujer que sea maternal. Es el único que está maduro para cuidar de ella.
Los otros tipos pueden verse amenazados por la idea de los hijos y pueden insistir en que ella aborte. Esta insistencia la hará entrar en crisis respecto a su naturaleza maternal: o bien rechaza al hombre del que hace de madre, o rechaza la maternidad. La elección la hace sentirse como una madre que tiene que elegir sacrificar a uno de sus dos hijos.

Respecto a la sexualidad, no tiene un fuerte impulso sexual. Es cariñosa más que provocativa. Muchas tienen una actitud puritana respecto al sexo. Algunas lo consideran como parte de lo que una esposa provee a su marido.

En relación al matrimonio, quieren casarse para tener hijos. El matrimonio no es primordial para ellas.

Si no puede tener hijos se sentirá estéril. Todas se perciben como buenas madres, pero sean madres buenas o terribles, son siempre absorbentes.

Si sus hijos le manifiestan resentimiento, se siente herida y confusa. No puede ver que haya contribuido a las dificultades de sus hijos.

Algunas madres Deméter  siempre temen que algo malo pueda ocurrir a su hija. Como la hija de la diosa, que fue raptada. Temen la posibilidad de un “rapto” desde que nace. Limitan la independencia de sus hijas y desalientan sus relaciones con los demás. Una madre Deméter puede sentirse culpable de cualquier acontecimiento que tenga un efecto negativo en sus hijos/as.
A veces, los hijos de una madre Deméter controladora están siempre cerca de ella. Si se casan, pueden mantener vínculos con su madre más fuertes que los conyugales.
Otro modelo negativo es el de la madre que no puede decir que no a sus hijos. Hará sacrificios para conseguir lo que quieren sus hijos, o se sentirá culpable. Esos hijos crecen sintiéndose con derecho a una consideración especial y muy mal preparados para adaptarse.

En la mitad de su vida, si no ha tenido hijos, se preocupará porque su reloj biológico se está acercando al límite. Las mujeres no casadas contemplan la posibilidad de ser madres solteras. Si tiene hijos, puede ser inconsciente de la necesidad de organizar el resto de su vida. O tener el impulso de tener un hijo tardío.

En la vejez, pueden entrar en dos categorías. Muchas encuentran gratificante esta fase de su vida. Las que han fortalecido la independencia y el respeto mutuo, y son queridas y respetadas por sus hijos, nietos, clientes… Pero puede acabar considerándose una víctima por decepciones y esperanzas frustradas de los años de la mitad de la vida.

Como dificultades psicológicas, la mujer Deméter debe hacer frente a la diosa una y otra vez, si quiere tomar las riendas de su vida. En lugar de decir siempre “sí”, tiene que escoger cuándo, cómo y quién dar. También cuándo y con quién quiere tener un bebé.

El cansancio, los dolores de cabeza, la subida de presión sanguínea y los dolores de espalda son corrientes en las mujeres Deméter que no saben decir que no, o expresar su enfado cuando tienen excesivo trabajo.
A cualquier cosa que hagan sus hijos puede añadir el mensaje de “no lo has hecho suficientemente bien”, se puede volver posesiva, controladora y constrictiva. Cuando intenta suprimir sus propios sentimientos, empieza a manifestar una conducta pasivo-agresiva. Y tal vez no compre el producto que le pidió su vecina de al lado, no cumple los plazos a los que se comprometió, o llega tarde a una reunión. Sería mejor si pudiera decir que no al principio, porque esa conducta la hace sentir incompetente y culpable.

Si pierde una relación en la que ha sido figura maternal, también pierde su papel de madre, que le había dado un sensación de poder, importancia y sentido a su vida. Si el arquetipo se encuentra en el máximo de su intensidad, la mujer se vuelve incapaz de funcionar y necesita una hospitalización psiquiátrica. Puede que se quede inmóvil y abstraída, o que deambule de acá para allá, retorciéndose las manos y atormentada. Si ella hubiera sabido que era susceptible a la depresión del “nido vacío”, podría haber tomado medidas preventivas. “Desarrollar otras diosas dentro  le proporciona intereses suplementarios, más allá de hacer de madre” pg. 257.

Como maneras de desarrollo psicológico, ella puede negar su conducta pasivo-agresiva, pero sabe que está decepcionada y que se siente deprimida. Si llega a reconocer sus rasgos negativos, cambiar su conducta será una tarea más sencilla. También puede preguntarse cuando le piden tomar otra responsabilidad: “¿Es algo que quiero hacer?”, y “¿Tengo suficiente tiempo y energía?”. Si no ha sido bien tratada, tiene que recuperar la seguridad y animarse a hacerlo saber.
Una mujer Deméter atormentada y deprimida, ha sufrido una pérdida significativa. “Una relación, un rol, un trabajo, un ideal: cualquier cosa que diese sentido a su vida y que ahora ya no tenga” pg. 259. La recuperación es posible. Arriesgarse a tener otra relación es una vía de recuperación. A veces la recuperación ocurre de forma algo misteriosa. Hay unos pocos signos de primavera, de retorno a la vida, y la mujer vuelve a ser ella misma. Emergerá con mayor sabiduría, sabiendo que es posible vivir superando cualquier hecho que le suceda, igual que la primavera sigue al invierno.

Este arquetipo se puede relacionar con el patrón de la Remera o la Sanadora de heridas de Giorgio Nardone.


martes, 28 de mayo de 2013

Las Diosas de cada Mujer. Hera


Las tres diosas vulnerables son Hera, diosa del matrimonio, Deméter, diosa de las cosechas, y Perséfone, o doncella. Estas tres diosas personifican los arquetipos de los papeles tradicionales de mujeres: esposa, madre e hija. Están orientadas a las relaciones, su identidad y bienestar dependen de tener relaciones significativas. Cuando se rompió o deshonró una relación sentimental las tres sufrieron. Las tres respondieron de una manera característica: Hera, con rabia y celos; Deméter y Perséfone, con depresión.

Cada una de las diosas vulnerables tiene una fase feliz; una fase en la que fue escogida como víctima; y una fase de restablecimiento y transformación. Si la mujer comprende los paralelismos entre ella y las diosas arquetípicas, tal vez pueda ahorrarse algún sufrimiento. Por ejemplo, Hera, diosa del matrimonio, puede evitarse dolor si no se permite verse empujada al matrimonio prematuramente, y puede juzgar el carácter de un hombre antes de casarse. Deméter, debería estar clara sobre las circunstancias bajo las que se queda embarazada y tomar precauciones, porque la diosa en ella siente un instinto maternal irresistible. Perséfone, hará bien en abandonar el hogar, para tener la oportunidad de evolucionar más allá de ser una hija complaciente de su madre.

Hera


Hera fue la diosa del matrimonio. Los romanos la conocían como Juno. Su nombre significaba “Gran Señora”, y su símbolo era la vaca, la Vía Láctea y el lirio.

Hera fue reverenciada y humillada. Ella, más que ninguna otra diosa, tiene cualidades positivas y negativas. Su arquetipo, fuerza alegría y dolor en la personalidad de una mujer.

Cuando Hera es su arquetipo, una novia puede sentirse como una diosa el día de su boda. En nuestra cultura, las mujeres aún siguen presionadas por las expectativas de casarse. Y se espera que la gente se establezca en parejas.

“El arquetipo de Hera proporciona la capacidad de vincularse, ser fiel, de soportar y atravesar dificultades con una pareja” pg. 195. Sin Hera, la mujer puede tener una serie de relaciones cortas, que abandona cuando surgen dificultades o cuando desaparece el enamoramiento. Cuando las mujeres se casan sin “Hera”, parece que “falta algo” en el matrimonio.

Las ceremonias religiosas de boda son reconstrucciones contemporáneas de los rituales sagrados de boda.

En relación a la negatividad de Hera, cuando ella descubrió la infidelidad de su pareja, canalizó su ira contra la otra mujer. Este arquetipo predispone a las mujeres a desplazar la culpa de su pareja sobre los demás.

La necesidad de ser más como Hera, llega a algunas mujeres en los primeros años de la mitad de su vida. Para entonces han tenido varias parejas o han estado centradas en sus carreras. Si unirse con la pareja no es un instinto en ella, tendrá que cultivarlo. Sólo puede ser cuando la mujer ve la necesidad de contraer matrimonio y tiene la voluntad de cumplirlo. Tiene que decidir cortar con la promiscuidad de Afrodita, o la independencia de Artemisa, y favorecer a Hera.

Una mujer Hera disfruta haciendo de su marido el centro de su vida. Los hijos se dan cuenta de ésto: lo mejor guardarlo para él. Y otras personas también lo notan, ella les deja “en suspenso” hasta que lo consulta con él.

La niña Hera, puede encontrarse jugando a “mamás y a papás”. La próxima señal de Hera llegará después, cuando ha pasado de los siete u ocho años.

Cuando los niños tienen una situación familiar poco ideal, se pueden volver negativos respecto al matrimonio, Hera sigue con una imagen idealizada del matrimonio y lo busca como una vía para salir de una mala situación familiar. Si la relación de sus padres es estable, lo verá como lo que quiere para ella misma.

En la adolescencia es más feliz si tiene una relación estable. Anhela la seguridad emocional que deriva de la relación. “Una vez constituye la mitad de una pareja “a la moda”, organiza reuniones y fiestas, mirando por encima del hombro a los mortales no emparejados desde las alturas del Olimpo” pg. 202.
Algunas se casan durante la universidad o justo después, pero la mayoría de estos compromisos se rompen, y ésta es la primera herida emocional grave de Hera.

Los estudios no son importantes en sí mismos para Hera. El matrimonio es la motivación por la que acude a la universidad, o por ser una parte de su esperada condición social.

Si sigue soltera y le preguntan, “¿cuando te vas a casar?”, puede resultar muy doloroso para ellas. Ella siente un vacío y una falta de sentido a su vida que se hacen mayores por las expectativas de los demás.

El trabajo es un aspecto secundario en su vida. Puede que sea buena en su trabajo y que tenga reconocimiento en su profesión, pero si no está casada, nada de ésto parece tener importancia para ella. Se está casada, subordinará su carrera a la de su marido, ayudando a promocionar las necesidades de él.

En relación a otras mujeres, no suele dar mucha importancia a la amistad, y por lo general “no tiene una amiga del alma” pg. 204.
Si no está casada, tal vez se ponga deacuerdo con otras mujeres para ir a lugares dónde pueda encontrar pareja. Una vez tiene una relación, suele dejar a las amigas de lado.
Ella tiene una costumbre social de cancelar planes con amigas si un hombre el pide que salga con él.
Una mujer Hera casada se relaciona con otras mujeres casadas. O considera una amenaza a las mujeres solteras, o las descarta como simples mujeres sin un hombre. Ella puede abandonar fácilmente a la amiga viuda o divorciada, si la amiga se queda sin pareja. Las mujeres Hera se distancian entre sí, para reforzar su idea de que no son nada sin su marido.

La mujer Hera pone en su marido la expectativa de que él la realizará. Ella se siente atraída por un hombre competente y de éxito. Pero es frecuente que se case con un hombre que es una combinación de niño (inmaduro) y hombre poderoso. La inmadurez emocional del hombre puede llevarle a tener aventuras, que la mujer Hera no puede tolerar. Si ella le toma la palabra, y él es mentiroso y tiene aventuras, será herida una y otra vez. Las mujeres Hera normalmente juzgan a la gente por la superficie, así su decepción es proporcional a sus esperanzas de realizarse y la realidad, y la diferencia puede ser muy grande.

En relación a la sexualidad, va junto con el matrimonio. Tendrá relaciones sexuales como parte de su papel de esposa. “La idea del “sexo debido” probablemente surgió por primera vez con las mujeres Hera” pg. 207.
Su estado de felicidad depende de la devoción que su marido tenga por ella, y de la importancia que él da al matrimonio. Pero atraída por hombres con éxito, puede que descubra que él está casado con su profesión y ella se sentirá infeliz. Ella sentirá un vacío emocional. Quizás intente compensar el vacío con la actividad social, pero la imagen de armonía que proyectan en público les falta en privado.
Ella es la menos inclinada a pedir un divorcio. Como la diosa, puede soportar los malos tratos.
Si el marido la deja por otra, se resiste a oír lo que le está diciendo. Incluso después de un divorcio se puede seguir sintiendo casada y sufra cuando le recuerdan que no lo está. Puede que pase horas luchando con el psiquiatra, y la pista es la influencia que el matrimonio tiene sobre ella. Hay muchos casos de ex maridos acosados por las llamadas de su ex mujer, o quizás la nueva esposa que se siente enfadada por la intrusión de la ex mujer en su vida en común.

Suele tener hijos porque va en función del rol de esposa. Pero no tendrá mucho instinto maternal a menos que Deméter sea un arquetipo importante en ella. Si tiene hijos y no puede crear un lazo con ellos, éstos sentirán esta carencia como una falta de amor y algo de abandono emocional. Si Hera tiene que decidir entre su marido y sus hijos, por norma sacrificará los intereses de sus hijos para conservar a su marido. Como en un caso de una mujer adulta que había batallado con su padre durante la adolescencia. La madre nunca actuó de amortiguador entre ella y su padre, a pesar de lo irrazonable o absurdo de éste. Ella necesitaba hacerle saber lo dañino se su conducta, y un día llamó a su padre. Habló a su padre de sus quejas y agravios del pasado, su madre estaba en la otra extensión telefónica y lo oyó todo. Aunque su padre la escuchó paciente, la madre reaccionó como si fuera una falta de respeto y dijo:”!No tienes derecho a hablar así a tu padre!”. Ésta es una reacción típica de Hera. El hombre es vulnerable y está necesitado de su calor y protección.

En la mediana edad, su vida será mejor o peor dependiendo de si está casada y con quién. Si hay tensiones en la matrimonio lo empeorará con sus celos y su posesividad. Si por primera vez sospecha del interés de su marido por otra mujer, desatará su venganza, poniendo más en peligro el matrimonio.

En la vejez, el quedarse viuda es su mayor peligro. Puede pasar del duelo a una depresión crónica. Si siguen juntos, sentirá que su vida tiene sentido.

Como dificultades psicológicas, si la mujer se identifica con el papel de esposa, su felicidad dependerá de la calidad del matrimonio. Muchas mujeres Hera proyectan una imagen de un marido idealizado, y después se vuelven críticas si no corresponde a sus expectativas. O pueden “volverse “arpías” cuando le instan a que cambie” pg. 215.
La mujer Hera atrapada en un matrimonio con un alcohólico o con alguien que la golpea, puede verse sin salida con el apoyo de la cultura y las esperanzas de la familia que conspiran para que el matrimonio no se rompa.
Las mujeres Hera juzgan a las demás mujeres y las castigan por no adaptarse a las pautas de Hera. El “síndrome de Medea” (Medea fue una mujer mortal que mató a sus hijos para vengarse del hombre por haberla abandonado) representa la venganza de Hera cuando se siente traicionada. Ella dejará su familia, traicionará sus valores, y “matará” los lazos familiares si es necesario. Puede que si se siente traicionada, intente destruir la relación de los hijos con su marido, y su venganza sea mayor que su amor por sus hijos. La Hera hostil suele hacer daño a otros, en vez de perjudicar al hombre.


Muchas mujeres Hera divorciadas esperan que su marido pueda regresar. Aunque a veces pueda ser así, no es lo habitual. Ella tiene que hacer frente a la realidad, y así podrá llorar la pérdida y continuar.
Si el matrimonio es conflictivo o hay malos tratos o infidelidad, puede empezar de nuevo y escoger esta vez con sensatez. “En su nuevo matrimonio, su impulso de ser esposa puede satisfacerse de manera positiva” pg. 224. También puede abandonar la necesidad de ser esposa o la esperanza de realizarse por el papel de esposa.



Este arquetipo recuerda a La que busca el Príncipe azul de Giorgio Nardone.



Como desarrollo personal, una mujer Hera haría bien en resistir el matrimonio hasta que conozca bastante a su marido. También debe darse cuenta que olvida otras facetas de su vida que podrían enriquecer su matrimonio. Si reflexiona sobre el papel de esposa, que la limita, puede ir más allá de ese patrón. Debe ser menos susceptible a los celos y sus reacciones injustificadas, y dar confianza a su marido. Si es rechazada, debería contener su rabia e impulsos y canalizar el enfado. El trabajo mental o manual (arcilla, pintura, escribir) pueden subliminar su rabia. 

viernes, 24 de mayo de 2013

Las Diosas de cada Mujer. Hestia

Hestia fue la diosa del hogar y los templos. Es la menos conocida de las diosas del Olimpo. Su equivalente romano fue Vesta. No fue representada en forma humana, sino como una llama ardiendo en el centro de la casa, el templo o la ciudad. El símbolo de Hestia era el círculo.  Un fuego sagrado en el centro del hogar que se sentía espiritualmente, que proporcionaba calor e iluminación.
Siempre que una nueva pareja o nueva colonia establecían un hogar, Hestia les acompañaba en forma de fuego sagrado, simbolizando la continuidad en la relación y la identidad común.
La presencia de la diosa en la casa y el templo era fundamental en la vida cotidiana.

Hestia era la mayor de las tres diosas vírgenes. Pero al contrario que Artemisa o Atenea, ella no salía al mundo. Permanecía dentro de la casa o del templo.
Las diosas vírgenes tienen la cualidad de ser completas en sí mismas, y todas tenían la capacidad de enfocarse sobre lo que les importaba y concentrarse en ello.Hestia se concentraba en su interior, en su experiencia subjetiva interna.
La manera de percibir a Hestia es mirando hacia dentro, y sintiendo de forma intuitiva qué es lo que pasa. Poniéndonos en contacto con nuestros valores, y en lo que tiene significado desde el punto de vista personal. Ésto también lleva a la comprensión interna del carácter de las demás personas y a poder ver el significado de sus acciones.

Hestia también puede desapegarse emocionalmente de los demás, como Artemisa y Atenea, busca la tranquilidad serena que encuentra más fácilmente en soledad.

Es el arquetipo activo en las mujeres que consideran que llevar la casa es una actividad llena de sentido. Una mujer que tiene un sentido de armonía interna cuando realiza las tareas cotidianas, está en contacto con este arquetipo. Atender los detalles del hogar cotidianos es una actividad que centra, equivalente a la meditación. Cuando lava o pliega a ropa, o pone en orden las cosas, siente que se absorbe sin prisas y llena de paz en cada tarea.

Este arquetipo florece en la comunidades religiosas. Las órdenes contemplativas católicas y las religiones cuya práctica se basa en la meditación.
Las jóvenes que entran en un convento abandonan sus identidades previas. Se visten de la misma manera, se esfuerzan por ser desinteresadas y dedican sus vidas al servicio religioso. Por ejemplo, la mística Santa Teresa de Jesús, conocida por sus escritos extáticos, combinaba un aspecto de Afrodita y Hestia. La madre Teresa de Calcuta parece una combinación de la Deméter maternal y Hestia.

Cuando este arquetipo está presente en una mujer, los acontecimientos no tienen el mismo impacto en ella que en otras personas. Esta mujer no está "apegada" a la gente, a los resultados, a las posesiones, o al prestigio o al poder. Como su identidad no es importante, no está atada a las circunstancias externas.
El desapego le da una calidad de "sabia anciana". Es como un familiar mayor que lo ha visto todo y lo ha atravesado sin que disminuya su ánimo y con su carácter templado por la experiencia.
Los excesos de los demás arquetipos son mejorados por el consejo sensato de Hestia, una presencia que aporta una verdad u ofrece una comprensión interna espiritual.

Con Hestia en su personalidad, la vida de la mujer tiene un significado. Cuando nos sentimos en contacto con una fuente interna de calor y luz, este "fuego" calienta a aquellas personas que amamos y nos mantiene en contacto con otras personas que están lejos. En este nivel espiritual, "conexión" y "desapego" son la misma cosa.


Desde los tiempos de los griegos, las culturas occidentales pusieron el acento en la dualidad, en la diferenciación entre masculino y femenino, mente y cuerpo, activo y receptivo. En la antigua Grecia, los valores de Hestia (tradicionalmente femeninos), eran los más importantes. Desde entonces, Hestia ha sido olvidada y desvalorizada. Lo que representa ya no se venera. Si no se venera a Hestia, se pierde la importancia de ir hacia dentro para buscar paz y sentido a las cosas. Desaparece también el sentido de la familia, y "la necesidad para los ciudadanos de una ciudad, de un país, o de la tierra, de estar unidos por un vínculo espiritual común" pg. 160.

Las mujeres que no son mujeres Hestia pueden decidir pasar su tiempo "con Hestia". Para hacerlo, tienen que tomarse el tiempo y encontrar el espacio- especialmente si son mujeres orientadas hacia los otros, que están orgullosas, pero al mismo tiempo se quejan de "no tener un momento libre". O por ejemplo, doblar la ropa es una carga repetitiva para muchas mujeres, adoptando la actitud de Hestia, una mujer puede celebrar ese momento como un momento para calmar su mente. Para que Hestia esté presente, una mujer tiene que concentrarse en una tarea cada vez, una zona o una habitación a la vez. Las pautas que deben cumplirse son la suyas propias, y es ésto es una diosa virgen, no la sirviente de las necesidades o pautas ajenas, ni dominada por el reloj.

La meditación fortalece este arquetipo. Una vez empezada, suele ser una práctica cotidiana, porque proporciona un acceso a Hestia.

Hestia suele ser una mujer introvertida que disfruta de la soledad.  La joven Hestia es una niña agradable, "fácil". Incluso los "terribles dos años" van y vienen con algo de tozudez o autoafirmación. A veces la gente se siente atraída por una cualidad de "alma vieja" que ella tiene. Ella hace poco por llamar la atención hacia sí misma o para evocar fuertes reacciones de los demás. Cuando se mantiene "en sí misma", puede que sea animada a salir al mundo.

La infancia de esta diosa no fue feliz. Algunas mujeres Hestia han tenido infancias paralelas a las de la diosa: malos tratos, padres tiránicos y madres ineficaces (o deprimidas). Muchas, a su propio cargo en hogares en los que no se tenían en cuenta la necesidades de los hijos. En este tipo de hogar, una mujer Hestia rechazará la emoción, retirándose hacia dentro. Se sentirá aislada de sus hermanos y de sus padres, y será verdaderamente diferente de ellos.  Posee un sentimiento interno de certeza de ser diferente de los que la rodean. Así, se vuelve una "no persona", igual que la diosa.
Una mujer Hestia en una familia ordinaria, desarrollará una personalidad adaptable, será agradable y sociable. Pero internamente, es fiel a Hestia.
La adolescente se ausenta de los dramas sociales, las grandes pasiones y las alianzas cambiantes de sus compañeras. Puede ser un período de profundización de la convicción religiosa. Si va a la facultad, aprecia el anonimato de una universidad. Pero si es únicamente Hestia, no tendrá una razón personal para ir a la universidad. El desafío intelectual, buscar marido o prepararse para una profesión no le preocupan. Si va a la universidad es por que otros arquetipos son importantes en ella, o porque otras personas esperan que lo haga.

En relación al trabajo, un lugar competitivo no gratifica a estas mujeres. Ella carece de ambición y de impulso; no pretende reconocimiento, ni valora el poder. Es probable encontrarla en una oficina, en un empleo tradicional de mujer, dónde es casi invisible o apreciada como "una joya" Se mantiene al margen de los cotilleos, y proporciona un ambiente de orden y calidez.

Suelen tener unas pocas amigas con las que les gusta relacionarse de vez en cuando. Su don consiste en escuchar con un corazón compasivo, permaneciendo centrada en medio de cualquier turbación que una amiga le traiga.

En relación a la sexualidad, si el arquetipo es dominante, no es muy importante para ella. Considera la sexualidad como una experiencia agradable y cálida, también como una forma de contentar a su pareja.

En el matrimonio, encaja en la idea anticuada de "una buena esposa". La fidelidad de su marido no es importante para ella, y no existe la tentación de ser infiel si no se ve afectada por Afrodita. Sin su marido, no perdería el sentido de su vida o sus metas. Hestia se definiría como "ama de casa".

En relación a los hombres, atraen a hombres seducidos por mujeres tranquilas, autosuficientes y que pueden ser buenas esposas. A veces son hombres que miran a las mujeres como "buenas" (si no tienen experiencia sexual) o "sueltas". Esta clase de hombres se casa con mujeres del primer tipo y tiene aventuras con el segundo. Como muchos matrimonios tradicionales, que tienen la unión de hombre-de-negocios-viajero-comunicador y mujer Hestia. Ella tiene autonomía en el hogar, y el sostén económico para hacer lo que realmente le importa. Su destino parece el de permanecer anónima, a pesar de ser fundamental.

Ella puede ser una excelente madre, especialmente si tiene algo de Deméter. Pero su amor puede ser algo impersonal y carente de expresión. No tiene grandes ambiciones para sus hijos, y les permite ser ellos mismos. Pero no es de mucha utilidad para ayudarles en situaciones competitivas. De mayores no tienen problemas importantes que resolver con sus madres.

En la mediana edad, si está casada, está contenta en su papel de ama de casa, sino puede ser una "tía soltera" y no sale a la caza de un hombre. Puede que entre formalmente en un convento, como una transición natural para ella. En la vejez, sabe envejecer armoniosamente. Se adapta a vivir sola o puede que haya vivido siempre así. Siempre hay algo "viejo y sabio" en ellas.

Como dificultades psicológicas, vivir como Hestia, significa permanecer voluntariamente velada, anónima. Muchas mujeres conocen las desventajas de este papel. Puede quemarse si siente que sus esfuerzos no tienen sentido, o son inútiles para ella.
Carece de capacidad de afirmación, y no habla si se siente descartada o desvalorizada.
Ella expresa de manera indirecta su amor y preocupación por los demás, el dicho "la procesión va por dentro" describe los sentimientos introvertidos de Hestia. La soledad puede hacerse muy extrema si las personas que ella quiere no se dan cuenta de cómo ella siente. Pero también es triste cuando alguien quiere ser amado por una mujer Hestia: es amado, pero nunca está seguro de ello. Ella debe aprender a expresar sus sentimientos de manera que las personas que quiere puedan saberlo.
La desvalorización de Hestia: dentro de un convento o en la institución del matrimonio-cuando eran compromisos para toda la vida- había un sitio seguro para que prosperara su espíritu. Sin la seguridad de las instituciones para toda la vida, ella puede estar en desventaja. Se siente como una tortuga sin caparazón. "Con facilidad, la desvalorizan y miran por encima del hombro los triunfadores, las personas que todo lo hacen bien y los árbitros sociales". Ésto tiene un efecto negativo en su autoestima." Puede sentirse fuera de situación, inadaptada e incompetente, si adopta las pautas de los demás y las aplica a sí misma" pg. 175.

Como desarrollo personal, sus problemas empiezan cuando sale del santuario de su casa o del templo para hacer su camino en el mundo. Estará fuera de lugar, hasta que desarrolle otros aspectos de su personalidad.
A ella no le interesa quién es quién o causar una buena impresión. Estas capacidades no le llegan de manera natural y tiene que aprenderlas. Este proceso suele ser muy doloroso. Se reflejan en pesadillas en las que se encuentra desnuda o sólo vestida a medias. Ella "revela" demasiado de sí misma, es demasiado honrada, lo que permite ver a la gente lo que otros ocultarían en a misma situación. Debería aprender a llevar una "máscara" (significa persona en latín), y probar una serie de ellas en diferentes situaciones hasta que descubra un estilo que le sea natural, una vez que "se lo ha puesto" suficientes veces.
Más allá de la "máscara", necesitará adquirir la capacidad de expresarse con firmeza; tener una aspecto activo si va a interactuar con los demás, o a hacerse cargo de sí misma en el mundo.
Hestia representa el Ser, si somete su experiencia interna al escrutinio de la razón, se descarta lo que ella siente a menos que se apoye en pruebas evidentes. También corre el peligro de verse "ahogada" por sentimientos. Puede soñar con una enorme ola que se le viene encima". En la vida real, la preocupación por una situación emocional puede apartarla de sentirse centrada. Si el remolino la conduce a la depresión, ésta puede apagar "el fuego en el centro del hogar de Hestia"". Si se ve amenazada por estas dos fuerzas, necesita buscar su integridad en la soledad. "En la tranquilidad silenciosa puede encontrar de manera intuitiva, una vez más, su camino de vuelta al centro" pg.180.


Este arquetipo se puede relacionar con la Remera, o la Sanadora de heridas de Giorgio Nardone, se trataría de una "muller fortis".







martes, 21 de mayo de 2013

Las Diosas de cada Mujer. Atenea

Atenea era la diosa griega de la artesanía y la sabiduría, para los romanos Minerva. Igual que Artemisa, es una diosa virgen, dedicada a la castidad y al celibato. Atenea era una bella diosa guerrera, protectora de la ciudad Atenas.

Se representaba con una lanza en una mano y un cuenco o un huso en la otra. Si Atenea era pintada por otra figura, éste era un varón.

Sus aptitudes abarcan la planificación, la ejecución, la estrategia y el sentido práctico. El valor del pensamiento racional, y el dominio de la voluntad y el intelecto sobre el instinto y la naturaleza.

Ella fue la "mano derecha" de su padre, Zeus. Pero la diosa no reconoció a su madre.
Atenea fue la protectora y aliada de los héroes de la cuidad.

Como arquetipo femenino es el patrón seguido por la mujeres lógicas, que son gobernadas por sus cabezas más que por sus corazones.

Si Atenea representa sólo uno de los arquetipos activos en una mujer - en lugar de ser el patrón dominante-, este arquetipo puede ser aliado de otras diosas. Por ejemplo, si está motivada por Hera en necesitar un compañero para sentirse completa, Atenea puede ayudar a definir la situación y a desarrollar una estrategia para conseguirle un hombre.

La cualidad de invulnerabilidad de Artemisa, también puede atribuirse a Atenea y a Hestia. Ella está motivada por sus propias prioridades.
A diferencia de Artemisa o Hestia, busca la compañía de los hombres. Puede ser compañera, o confidente, sin desarrollar sentimientos eróticos o intimidad emocional.

Fue la mejor estratega durante la guerra de Troya. Por ejemplo, Atenea puede manifestarse en una mujer con un "master" en administración de empresas, que asociada a un mentor, se abre camino en la escala empresarial.
Su perspicacia le permite recorrer su camino de manera eficaz en consideraciones políticas o económicas. La diplomacia es un reino en el que Atenea brilla.

Como diosa de la artesanía, era conocida por sus habilidades como tejedora. Atenea concede importancia a la previsión, la planificación y la paciencia.Sobrevivir y triunfar requieren rasgos de Atenea.

Como arquetipo de la "hija del padre", Atenea representa a la mujer, que de forma natural, gravita alrededor de hombres poderosos que encajan en el prototipo de hombre patriarcal o del "jefe". Muchas secretarias ejecutivas son mujeres Atenea. La cualidad de hija del padre, la hace defensora del derecho y los valores patriarcales, que fomentan la tradición y la legitimidad del poder del varón. Atenea tiene poca simpatía por las personas perdedoras, oprimidas o rebeldes.

La mujer Atenea tiene una tendencia natural a vivir con moderación, dentro del "justo medio".

Esta diosa se representaba vestida con una coraza de oro. Las defensas intelectuales le evitan sentir dolor, tanto el propio como le de los demás. Valora fríamente lo que está sucediendo y no se toma personalmente cualquier engaño o hostilidad.

Atenea se puede cultivar trabajando este arquetipo. Por ejemplo, si una mujer se toma en serio la escuela, y desarrolla disciplina de estudio para conseguir superar unos exámenes. O por necesidad, si es una niña en un hogar poco pacífico, aprenderá a ponerse una coraza protectora y a planear estrategias para sobrevivir o liberarse.

Esta mujer es práctica, sin complicaciones, no pendiente de sí misma y confiada. Suele tener buena salud, no tiene conflictos mentales y es físicamente activa. Tiene un aspecto de "buen tono". Los cuellos redondos y las camisas con botones hasta abajo son la ropa apropiada para esta mujer, que cultiva la asexualidad sin edad.

La niña Atenea comparte la capacidad de concentración de Artemisa, pero le añade una inclinación intelectual. Por ejemplo, a los tres años puede ser una lectora autodidacta.

Si cree como hija favorita de un padre con éxito y orgulloso de ella, le ayudará a desarrollarse. Si el padre no la favorece, puede tener carencia de confianza en sus capacidades. Si ella triunfa ante los demás, puede sentirse como una impostora a punto de "ser descubierta".

Si las madres no son mujeres Atenea ellas mismas, la mayoría se sienten no apreciadas. Como si sus hijas pertenecieran a una especie completamente diferente. Una madre así señalaba que "su hija tenía diez años y parecía que tenía treinta".

No son niñas problemáticas. Los cambios hormonales difícilmente afectan su comportamiento o estados de humor. Son extravertidas y con capacidades sociales. Planifican su futuro, y buscarán la manera de ir a la universidad.

En el trabajo, quiere conseguir sus metas y acepta la realidad tal como es. En el hogar, sobresale en las artes domésticas. Si se casa y lleva un hogar, suele ser una gestora eficaz. También puede ser una maestra excelente.

En relación con otras mujeres suele carecer de amigas cercanas. La amiga de una mujer Atenea puede sentirse hundida cuando está olvida su relación, y se concentra en ganar - a veces mediante el engaño- revelando una parte de su personalidad que mata la amistad.
Una mujer Atenea suele enfadarse con la mujer que se queja, en vez de enfadarse contra el hombre contra el que se dirige la queja.  Las feministas reaccionan encolerizadas ante este comportamiento, donde una mujer adquiere el reconocimiento en una situación dominada por hombres y hacen que su avance sea más difícil.

Está atraída por el poder. Valora a los hombres que consiguen lo que quieren, que son fuertes y ganadores.

En relación a la sexualidad, ella vive en su mente y no suele estar en contacto con su cuerpo. El sexo forma aparte de "un acuerdo" intrínseco a una relación, o de una acto calculado.

Como esposa, puede conseguir un buen matrimonio. Considera el matrimonio como una asociación mutuamente beneficiosa y suele ser impermeable a los celos sexuales. Pero puede menospreciar el interés de su marido por otra mujer. Si hay un divorcio, sobrelleva muy bien la situación.

Como madre, ella espera difícilmente a que sus niños crezcan hasta tener la edad en que ella puede hablarles y hacer proyectos con ellos. Se sirve de amas de casa o niñeras para que cuiden a sus hijos por ella. Encuentra difícil tratar con hijos que son fácilmente afectados por los sentimientos. Ella espera que sus hijos sean como ella, "buenos soldados".

En la mediana edad, puede considerar que esos años son los mejores. Pero también puede desembocar en una crisis, tal vez una crisis matrimonial. A mitad de su vida pueden activarse en ella otras diosas, y puede reaccionar de manera impredecible.

En la tercera edad continúa siendo práctica, llena de vida y energía. No llora por el nido vacío, y sus relaciones con sus hijos adultos suelen ser amistosas. La mayoría de sus hijos no tienen problemas con ellas.

Como dificultades psicológicas, su forma de vivir en la cabeza, le corta simpatía con los sentimientos y perspectivas de otras personas, debería hacer un esfuerzo por entender o imaginar de qué están hablando. También tiene la capacidad de intimidar a los demás y de suprimir la espontaneidad, vitalidad y creatividad de los que no son como ella. Éste es el efecto Medusa (un monstruo con serpientes en lugar de cabellos que convertía en piedra a todos los que fijaban la mirada en ella). Su falta de empatía es matadora. Y si ella está en una posición de poder o autoridad, puede utilizar el poder de la Medusa para aterrorizar y petrificar. Con un intelecto analítico y un corazón de piedra, la persona a la que se dirige puede sentirse "convertida en piedra". Ella es inconsciente de su poder negativo, es simplemente tal como ella lo ve.  Si se da cuenta que tiene algo que aprender de las personas, y se relaciona como un igual, se habrá desprendido de su coraza y de su efecto Medusa. Finalmente, su "haz cualquier cosa que funcione", la puede llevar a no preguntarse: "¿es justo? o "¿es ético?" y tendrá dificultades en entender porqué la gente se enfada por una conducta inmoral, especialmente si no les afecta personalmente.

Como desarrollo personal, puede iniciarse en la artesanía si su trabajo resulta muy absorbente. Y le dará un equilibrio interno sobre el mundo externo.También recuperar la niña perdida, enfocar la vida con los ojos bien abiertos y como si cada cosa fuera nueva por descubrir. Descubrir a su madre y valorarla y aprender de los valores matriarcales femeninos. Puede pensar así de forma diferente sobre su propia madre y sobre otras mujeres. Si llega a ser feminista, y cambia su manera de pensar, cambiará también su relación con los demás.


Este arquetipo de mujer se puede relacionar con el patrón de la Bella durmiente de Nardone. En una mujer que ha vivido siempre en el "justo medio" y es comedida, pero insensible a los puntos de vista o sentimientos de los demás. Que quizás en la mitad de su vida sufre una crisis que puede dar un giro a su comportamiento.











lunes, 20 de mayo de 2013

Las Diosas de cada Mujer. Artemisa

Artemisa, como diosa de la caza y la luna, era la personificación del espíritu femenino independiente. El arquetipo que hace que la mujer busque sus propias metas en el terreno que ella elija.

Este arquetipo hace que la mujer se sienta completada sin un hombre, sin necesidad de la aprobación masculina.

Como diosa de la caza, Artemisa, la arquera, podía apuntar a cualquier blanco y sabía que sus flechas alcanzarían sus blancos. Proporciona a las mujeres la capacidad innata para concentrarse intensamente en cualquier cosa que sea importante para ellas, para no ser distraídas por las necesidades de los demás.
"Representa las cualidades idealizadas por el movimineto feminista: realización y competencia, independencia de los hombres y de las opiniones masculinas" pg. 79. El movimiento feminista está motivado por prevenir el daño a las mujeres y niños y en castigar a los causantes de dicho daño.

En su afinidad por la naturaleza salvaje, es el arquetipo responsable de la unidad consigo misma y con la naturaleza que sienten algunas mujeres cuando se adentran en un bosque, duermen bajo la luna o caminan por una playa desierta.

La "visión a la luz de la luna" es característica de Artemisa. A la luz de la luna, "el paisaje queda transformado, los detalles son difusos, bellos y frecuentemente, misteriosos" pg 82. Las mujeres que siguen a Artemisa descubren que se vuelven más reflexivas, sus sueños son más vívidos, y contribuyen a que miren en su interior. A la luz de la luna, en contraste con la realidad tangible, que se ve mejor a plena luz del día.

Algunas mujeres reconocen a Artemisa inmediatamente, otras pueden tener necesidad de conocerla, pero otras saben que Artemisa existe y se dan cuenta que necesitan que tenga más influencia en ellas mismas. Como una mujer que tiene un trabajo de éxito pero que lo abandona cada vez que entra un hombre en su vida. Se da cuanta que debía "abstenerse" de los hombres por un tiempo y dedicarse a su trabajo más en serio para perseguir su éxito profesional.

O se puede valorar más a Artemisa tras un divorcio, cuando vive sola por primera vez en su vida.

Cuando las mujeres se unen en grupos en búsqueda de una misión, también están cultivando el arquetipo de Artemisa.

Las cualidades de la mujer Artemisa aparecen muy temprano, se trata de niñas que son activas en lugar de pasivas. Su suelen concentrar fácilmente en las tareas que eligen.

Para que una mujer Artemisa compita y triunfe son éxito, es muy importante la aprobación paterna.

Si tiene una madre o un padre que la critican o rechazan por no ser la hija que esperan. Si los chicos pueden hacer algo y ella no "por ser chica", protestará ruidosamente. Mantendrá una actitud desafiante, pero se sentirá herida por dentro. Luchará con sentimientos de no ser lo suficientemente buena, dudará ante nuevas oportunidades, y relizará menos cosas de las que es capaz.

Si la madre es débil o inmadura, Artemisa puede relatar de la relación con su madre : "Yo hacía de madre y de padre". Decididas a no parecerse a sus madres, suprimen sentimientos de dependencia y vulnerabilidad. Puede acabar rechazando lo que se considera femenino: dulzura, receptividad o atracción hacia el matrimonio o la maternidad. Y se ve invadida de sentimientos de inadecuación.

En relación al trabajo se esfuerza. "La competición la estimula y la oposición (hasta un punto) no le intimida" pg. 89. En muchas ocasiones los intereses de la mujer Artemisa no tienen un valor comercial, pero la búsqueda es gratificante desde el punto de vista personal. Puede que lo que quiere hacer esté "más allá de sus límites" o se considere inapropiado para una mujer, o que la elección de la profesión se haya cerrado a las mujeres por mucho tiempo.

En relación a otras mujeres, Artemisa tiene un sentimiento de compañerismo hacia ellas. Casi siempre defienden los derechos de la mujer.

La sexualidad de una mujer Artemisa puede parecer la de un hombre, las relaciones son secundarias. El sexo se convierte en un deporte recreativo o una experiencia física, en lugar de una expresión de intimidad. Evita relaciones en las que se siente contenida o dominada, o en las que se juegue el papel de padre-madre.

El matrimonio suele estar lejos de sus planes y asentarse no tiene gran atracción para ella. Si se casa, la relación es de igualdad.

No le seducen los hombres dominantes, y evita que los hombres quieran ser el centro de su vida. Se siente ridícula haciendo el papel de "mujercita". La relación con su pareja suele ser la de hermano-hermana.

Si se enamora de un hombre fuerte, puede ser incapaz de mantener el aspecto competitivo fuera de la relación, y la relación terminará.

En relación a los hijos, estar embarazada o criar un bebé no le llena. Puede que el embarazo le repugne, ya que le gusta tener una figura atlética y juvenil. No tiene un fuerte impulso de ser madre, pero le gustan los niños. Si tiene hijos será una buena madre, fomenta la independencia, y puede ser feroz en su defensa.

También se sienten a gusto sin tener hijos propios y poniendo su energía de "madres" al servicio de hijos de otras personas.

Ellas no miran atrás con añoranza, cuando sus hijos eran bebés, sino al momento que sus hijos serán independientes. Hay dificultades si el niño es pasivo, puede aumentar su dependencia o sentir que no está a la altura de las pautas de su madre.

En la vejez, su cualidades perduran. No se detiene, y su mente y su cuerpo están en movimiento. Mantiene afinidad con la gente joven, y evita sentirse "vieja" en la tercera edad.

Como dificultades tiene el desprecio de la vulnerabilidad y la necesidad del otro. Para cambiar, debe descubrir que el amor y la confianza de otra persona especial es importante para ella.
La cólera destructiva, que sólo es superada por la de "Hera". La mujer Hera se encoleriza con "la otra mujer". Artemisa es más probable que se enfade con los hombres en general, por despreciarla o no tener respeto hacia algo que ella valora. Debe enfrentarse a su capacidad de destrucción, antes de que la consuma y destruya sus relaciones.
También la inaccesibilidad o distancia emocional, las gente que la rodea puede sentirse insignificante o excluída, y se quedan heridos o se enfadan. La mujer Artemisa necesita oír lo que dicen los demás y hacer caso de ello. y los demás esperar a que ella no esté tan concentrada en un proyecto querido.
La inmisericordia, o lo despiadado de sus castigos. Puede aparecer cuando ella juzga las acciones de los demás en "blanco o negro". Necesita cultivar la compasión y la empatía que pueden llegar en la madurez. También el sacrificio de lo tradicionalmente femenino,que debe sopesar.

Este arquetipo se puede relacionar con el patrón amazona, amazona-bruja de Giorgio Nardone. Nos explica cosas parecidas desde un punto de vista diferente.






sábado, 4 de mayo de 2013

Las Diosas de cada Mujer

Siguiendo con los diferentes tipos de mujeres y los diferentes modelos de relación, voy a hablar de Las Diosas de cada mujer de Jean Shinoda Bolen.En este libro, la autora define los diferentes tipos de mujer a través de las diosas de la antigua Grecia.

Jean Shinoda Bolen es analista jungiana y profesora de psiquiatría en la Universidad de California.


Además de Las diosas de cada mujer, ha publicado El Tao de la psicología, Los dioses de cada hombre y El sentido de la enfermedad.


Según la visión junguiana de Shinoda Bolen, las mujeres están influídas por fuertes fuerzas internas, o arquetipos, que se pueden personificar por las diosas griegas. Las fuerzas externas, o los estereotipos sociales pueden reforzar algunos patrones de diosas y reprimir otros.

Cuando la mujer se vuelve consciente de las fuerzas que actúan en ella, tiene el poder de ese conocimiento.

Los patrones de diosas también afectan a las relaciones con los hombres. Pueden explicar las afinidades o dificultades de determinadas mujeres con determinados hombres. “¿Escogen hombres poderosos y trinfadores? ¿Lisiados y creativos? ¿Infantiles?” pg. 24.

Cada mujer posee dones y riesgos que le otorga la diosa y que debe reconocer y superar.

Los mitos evocan sentimientos e imaginación y tratan de cuestiones que forman parte de la herencia colectiva. Cuando una mujer siente que existe una dimensión mítica, inspira centros creativos en ella.

Cuando se interpreta un mito, se comprende algo, ya sea fe forma intuitiva o intelectual. Los mitos y cuentos de hadas siguie siendo relevantes porque “hay en ellos una resonanacia de verdad sobre la experiencia humana compartida” pg. 26.

El arquetipo

Un arquetipo según C.J. Jung es una pauta de comportamiento instintivo comprendida en un inconsciente colectivo. El inconsciente colectivo es la parte del inconsciente que es universal, con modos de comportamiento que son más o menos los mismos en todas partes y en todas las personas.

 

Diosas vírgenes y diosas vulnerables

Shinoda Bolen divide las diosas en vírgenes y diosas vulnerables. Las diosas vírgenes fueron puestas juntas en la antigua Grecia.

Las diosas vírgenes con Artemisa, Atenea y Hestia. Representan la independencia y autosuficiencia en las mujeres. Al contrario de las demás diosas, éstas no podían enamorarse. No eran victimizadas y no sufrían. Representan la actitud de ir hacia los objetivos y el pensamiento lógico.

Las diosas vulnerables son Hera, Deméter y Perséfone. Representan los papeles tradicionales de esposa, madre e hija. Están orientadas hacia las relaciones y su bienestar depende de tener una relación significativa. Estas tres diosas son raptadas, violadas o humilladas por dioses masculinos. Cada una sufrió al romperse una relación afectiva y mostraron síntomas de enfermedad psicológica. Pero evolucionaron y pueden ofrecer una compresión de las pautas que deben abandonarse.

La última es Afrodita, diosa del amor y la belleza.

Cuadro de Diosas:


Diosa                         Roles                                        Relaciones Significativas

Artemisa
Diosa de la caza         Hermana                                       Compañeras
                                   Competidora                                  Madre
                                   Feminista                                        Hermano

Atenea 
Diosa de la sabiduría   Hija del padre                                 Padre
y artesanía                   Estratega                                        Héroes escogidos


Hestia
Diosa del hogar              Tía soltera                                       Ninguno
y los templos                  Mujer sabia

Hera
Diosa del matrimonio    Esposa                                            Esposo


Deméter
Diosa de las cosechas    Madre                                            Hija o hijos
                                       Nutridora

Perséfone
Doncella y diosa              Hija de la madre                              Madre
del mundo subterráneo    Mujer receptiva                              Esposo


Afrodita
Diosa del amor                Amante (mujer sensual)                   Amantes
y la belleza                      Mujer creativa                                Esposo