martes, 20 de agosto de 2013

Los Dioses de cada Hombre

Acabo de leer el libro de Shinoda Bolen, "Los dioses de cada hombre".  
Esta lectura me ha parecido con menos matices y más previsible que la de las Diosas. He encontrado que algunos son bastante similares entre ellos. :-)

Los dioses según Shinoda Bolen:

Zeus- El Patriarca:  Este es el dios padre por excelencia, una deidad creadora y punitiva que castiga cuando le desobedecen. El arquetipo exalta la voluntad de control, la razón y la decisión por encima de las demás cualidades. Zeus es gobernante, jefe de ejercito, ejecutivo agresivo, presidente de una empresa; en suma, un líder nato.
CARACTERISTICAS:
-Entusiastas y auto confiados.
-Visión aérea y amplia de la vida.
-Paternalistas y protectores.
-Estrategas
-Complejo de superioridad.

Poseidón- Rey de los Mares : Es el dios de las emociones reprimidas. Como el propio Océano que gobierna, es un dios inestable, voluptuoso, violento y rencoroso. Sin embargo, este arquetipo es también por el que se puede contactar con un mundo psicológico de gran profundidad y belleza. Bajo este aspecto se expresa con frecuencia el escritor, el músico o el artista.
CARACTERISTICAS:
-Emocionales
-Imaginativos
-Filantrópos, compasivos
-Intuitivos y clarividentes
-Caóticos
-Tendencia a las adicciones para perder conciencia de la realidad.

Hades- Dios del mundo Subterráneo:  También es el arquetipo de los solitarios e introvertidos, pues los hombres y mujeres Hades disfrutan con las riquezas de su mundo interior. Como seres espirituales, saben alcanzar la plenitud conectando con ellos mismos. Son propensos a las ciencias paranormales, a interpretar mancias, a guiarse por los sueños....Pero el exceso de soledad y subjetividad les puede conducir a distorsionar la realidad y a caer en la locura.
CARACTERÍSTICAS:
- Profundos, capacidad de análisis
- Saben captar la esencia de las personas y cosas, descubrir tesoros ocultos.
- Pueden ser manipuladores, controladores y hasta sádicos

Apolo- Dios de Sol: Este hombre ve con claridad en la lejanía y alcanza las metas que se propone a largo plazo. Busca definiciones claras, valora el orden y la armonía y se deja llevar por la apariencia de las cosas sin profundizar. Es eminentemente práctico, mental antes que sentimental y con una voluntad de hierro. También presentara una naturaleza competitiva y se sentirá atraído por mujeres bellas, profesionalmente competentes e independientes. Típicos hombres Apolos son los cargos de directivos medios y los profesionales liberales de éxito. Los conflictos del arquetipo Apolo son la distancia emocional y la falta de comunicación Íntima.
CARACTERÍSTICAS:
-Autoafirmación
-Fidelidad a uno mismo
-Nobleza
-Sabe marcarse objetivos a largo plazo y lograrlos.
-Egocéntricos y orgullosos
-Tiránicos

Hermes- el Mensajero : Los hombres Hermes suelen ser elocuentes, embaucadores, mentalmente brillantes y sobre todo, enormemente inquietos tanto física como espiritualmente. El mundo se les queda pequeño y a menudo desearan recorrerlo. Para ellos las mujeres forman parte de los viajes: un área de la cultura que es necesario conocer y contestar. Pero el compromiso les asusta y la posibilidad de atarse a otra persona los impulsa a huir del mismo modo inesperado que aparecieron. También presentan una personalidad creativa, solidaria y amistosa.
CARACTRÍSTICAS:
-Capacidad de comprender y transmitir
-Dominados por la razón y la lógica de la mente.
-Astutos, mentirosos y manipuladores.
-Grandes comunicadores

Ares- Amante y guerrero: Es el modelo del poder físico masculino, de la intensidad y la acción inmediata. Apasionado y vitalista, vive el presente sin preocuparse de nada más. El hombre Ares esta en contacto con su cuerpo y sus sentimientos y vive alejado del mundo de las ideas. Representa la capacidad de combatir, de luchar por una pasión o creencia. Las relaciones Íntimas son para el un arte, y a diferencia de otros arquetipos, en la cama convierte a la mujer en su igual. Nunca viola ni atropella, el ama y se entrega.
CARACTERÍSTICAS:
-Supervivientes, luchadores.
-Guerreros con coraje
-Poder de iniciativa
-Autoafirmación
-En ocasiones, exceso de agresividad.

Hefesto- El Artesano: Representa la profunda necesidad humana de crear belleza. Solitario e introvertido, el hombre que conecta con esta deidad pasará horas en su taller absorto en su arte. Pero solo sabe crear, no vender, negociar o administrar. La falta de éxito le conduce a una baja autoestima y a una profunda frustración y desazón internas que a través de su creatividad, a veces convierte en armonía y obras de arte.
CARACTERÍSTICAS:
-Trabaja con las manos
-Complejo de inferioridad
-Perfeccionista y meticuloso

Dionisos - Dios de la sexualidad y místico: En Dionisos predomina el arquetipo del soñador, de la sensualidad y del éxtasis sexual y místico. Es el prototipo de personalidad intensa y emotiva, que sabe disfrutar de la vida conectando su cuerpo con su espíritu. El baile, la música, el vino y el sexo son caminos para entrar en trance. Esta deidad representa al eterno adolescente, lo que se traduce en hombres lúdicos, pero también irresponsables. Dicha faceta infantil les hacen buscar mujeres maternales.
CARACTERÍSTICAS:
-Sensuales
-Lunáticos
-Infantiles
-Cuando se enamoran es para siempre

Me he acordado de Giorgio Nardone, después de encontrar diecisiete patrones de mujer (en el amor), dijo que de los hombres sólo había encontrado cuatro. Éstos eran: el "sin huevos", el Pigmalión, el cazador, y el intelectual. 
Me pareció bastante gracioso.

miércoles, 12 de junio de 2013

Las Diosas de Cada Mujer. Afrodita

Afrodita era la diosa del amor y la belleza, los romanos la llamaron Venus. Era el tema favorito de escultores, que la representaron parcialmente vestida o desnuda, dejando ver un cuerpo grácil y sensual (por ejemplo, la Venus de Milo o la Afrodita de Cnidos, que son copias romanas).

Se la asociaba con las palomas, los cisnes, y las flores, especialmente las rosas. Con los frutos, las manzanas doradas y las granadas.

Este arquetipo rige el disfrute del amor, la belleza y la sexualidad y la sensualidad en la mujeres.

“Cualquier mujer que se enamora de alguien, que a su vez, está enamorado de ella, es en ese momento la personificación del arquetipo de Afrodita” pg. 311. Se transforma de común mortal en la diosa del amor, se siente atractiva y sensual. Si Afrodita está presente como arquetipo principal, ella se enamora con facilidad. Tiene atractivo sexual, y sube el “voltaje” en un campo cargado de erotismo.

En culturas dónde se degrada la sensualidad y sexualidad de las mujeres, se la considera una tentadora o prostituta. Pueden ser condenadas al ostracismo. En los países islámicos siguen sufriendo pena de muerte.

Cuando dos personas se enamoran, se ven la una a la otra bajo una luz especial (luz dorada de Afrodita). Se evoca el estado de encantamiento, y hay una magia que flota en el aire. Se crea una “electricidad” erótica, que produce una atracción magnética. Las sensaciones se vuelven más intensas: “oyen la música con más claridad, las fragancias pueden distinguirse mejor, se acrecienta el gusto y el tacto del amante” pg. 313.

Hay dos vías por las que este arquetipo entra en la conciencia. La primera, es una aparición espectacular y sobrecogedora. Se siente lo sexual como una respuesta instintiva, que no tiene que ver con amar al hombre o con gustarle. Una vez que han sentido el poder de Afrodita, muchas jóvenes se sienten atraídas hacia la intimidad sexual. Una de ellas comenta: “Hacía como que disfrutaba de la cita, cuando lo que en realidad quería era la parte sexual de la misma”.
La segunda vía es a través de una relación. El aumento de la confianza y del amor, junto que la reducción de la inhibición, “anunciado por el primer orgasmo al hacer el amor y por un nuevo deseo de intimidad física” pg. 314.

Afrodita representa el impulso de asegurar la continuación de la especie. A diferencia de Deméter, una mujer Afrodita tiene un bebé a causa de su deseo por un hombre o de su deseo de tener experiencia sexual o romántica. Ella susurra no utilizar medios anticonceptivos porque podría desvirtuar la pasión del momento. “Hacer caso a la diosa aumenta el riesgo de un embarazo no deseado” pg. 315.

Afrodita representa una gran fuerza para el cambio. “A través de ella fluye la atracción, la unión, la fertilización, la incubación y el nacimiento de una nueva vida”. El proceso creativo es parecido, un artista descubre que todos sus sentidos son potenciados mientras trabaja en el resultado final. A veces, los dos aspectos, el creativo y el romántico se dan en la misma mujer. Ella se compromete en relaciones intensas, pasando de una a otra y dejándose absorber por su trabajo creativo. Sigue cualquier cosa que le fascine y puede llevar una vida poco convencional.

Cultivar la agudeza de percepción y una atención centrada en el aquí y el ahora, invitan a Afrodita. Los terapeutas sexuales enseñan a “centrarse en la sensación”, sumergirse en el momento, y no preocuparse por un objetivo.

Mucha gente juzga la búsqueda de amor y la belleza como algo frívolo o pecaminoso. Esto sucede cuando las personas sienten una prohibición contra el placer, el juego y otras “actividades” no productivas, lo mismo que contra el sexo.

Cuando la mujer ve el valor de Afrodita, da un paso mental fundamental para desarrollar el arquetipo, y después necesitará darse tiempo. Cultivar el arte, la poesía, la danza o la música sirve al mismo objetivo en el campo estético. Estar completamente absorta en una experiencia, a partir de la cual puede surgir algo nuevo.

Mujeres con curvas, pelo rubio y “sexy”, como Marilyn Monroe o Lana Turner han personificado a Afrodita. Pero esta mujer es más reconocible por su atractivo, que por su apariencia. El arquetipo crea un carisma, que combinado con sus atributos físicos hacen de una mujer “una Afrodita”.

“Muchas mujeres de aspecto más bien ordinario con cualidades de Afrodita atraen a los demás con la calidez magnética de sus personalidades y su sensualidad natural y espontánea” pg. 318. Estas mujeres corrientes siempre parecen tener hombres en sus vidas, mientras que otras chicas más guapas pueden quedarse sentadas esperando una llamada o una invitación, preguntándose: “¿Qué tiene ella que no tenga yo?”.

De niña, puede haber tenido una sensualidad inconsciente o un interés por los hombres, que hacía a los adultos preguntarse: “Esperad a que crezca y será una rompecorazones”. No suelen ser niñas tímidas, y disfrutan siendo el centro de atención. Tienen prisa por crecer, vestirse y llevar maquillaje. Algunas jóvenes son “pequeñas ninfas”, que disfrutan del su poder de atracción que tienen con hombres mayores que responden a sus coqueteos.

Algunos padres potencian el atractivo de sus hijas, y se centran en éste por encima otras cualidades. Cuando la niña se hace adolescente, sus padres pueden actuar de forma muy diferente. Puede que la alienten de forma encubierta a ser sexualmente activa, pero después la castiguen. Algunos padres se pueden volver estrictos y se niegan a que tengan citas con chicos, o se vuelven muy controladores. Otros padres mantienen una actitud de seducción.
Las madres pueden volverse estrictas también, y controlar la forma de vestir de sus hijas y los amigos de éstas. “Pueden desarrollar una “mentalidad carcelaria” hacia sus hijas Afrodita” pg. 320.

Otras madres reaccionan con una actitud competitiva hacia sus hijas, celosas de su juventud, las desprecian o hacen comparaciones no favorables. Como en el cuento de Blancanieves, la madrastra preguntaba, “Espejito, espejito, ¿quién es la más bella de todas?”. Este cuento representa a la madre amenazada, y por tanto hostil.

Los mejores padres no ponen el acento en las cualidades de Afrodita, y valoran la inteligencia, la amabilidad o su talento para el arte.

En la adolescencia y primeros años de adulta, dada la doble moral existente, podría labrarse una mala reputación y tener una imagen negativa de ella misma. Otro riesgo es un embarazo inesperado o enfermedades de trasmisión sexual. También a poder padecer una cáncer cervical al final de su vida.

Si va a la universidad, los aspectos sociales sean los más importantes. Normalmente no se centrará en una carrera o en objetivos profesionales a largo plazo.

En el trabajo, le gusta la variedad y la intensidad. Es común encontrarla en el arte, en la música, la escritura, la danza o el teatro, o también como terapeuta, editora, maestra… O bien detesta su trabajo o lo adora, y le dedica tiempo extra. A diferencia de Atenea o Artemisa, ella no planifica el éxito de su trabajo.

En relación a los hombres, se ven atraídas por hombres creativos, complejos, con cambios bruscos de humor, o emocionales. Estos hombres normalmente no tienen ambición profesional, ni desean ser maridos o padres.

Pueden ser hombres con una relación de amor/odio hacia las mujeres. Puede ser un hombre introvertido con poca relación social, que busca la compañía que ella le ofrece. Ella se siente atraída por la intensidad de sus sentimientos y encienden una conexión apasionada entre ellos. Un hombre así puede ser como un volcán reprimido a punto de erupción, el atractivo de Afrodita puede despertar en él sentimientos de cólera, inferioridad o miedo a la pérdida.
Otro tipo de hombre atraído hacia ella, es un hombre fanfarrón, y emocional, unb“supermacho”. Impaciente, y con poca tolerancia a la frustración. 
Estas combinaciones de “actuemos ahora y pensemos después”, produce interacciones apasionadas, con peleas y reconciliaciones continuas. Si la mujer Afrodita tiene tendencia al flirteo, éste puede volverse violento.

El hombre que se comporta como joven eterno también puede atraer a Afrodita. Este hombre puede ser tramposo, indisciplinado y carismático. No le interesa comprometerse, y ella no debería contar con que lo haga. Es un Peter Pan que nunca creció. Pero si él es capaz de comprometerse, la relación puede sobrevivir, porque ninguno de los dos es celoso ni posesivo. Pueden estar implicados y ser independientes a la vez.

A menudo es difícil para Afrodita conseguir un matrimonio duradero y monógamo. Puede que siga un patrón de relaciones en serie, como la actriz Elisabeth Taylor.

En relación a otras mujeres, es raro que soporte la mala voluntad de otras mujeres, y suele tener dificultad en imaginar la hostilidad y los celos que produce. Ella no es posesiva ni celosa.

A los hijos, los tratan sin ser críticas y sin juzgarlos. Afrodita quiere a los niños y viceversa. Los hijos prosperan y desarrollan su individualidad si también hay en ella cualidades de Deméter. Si falta Deméter, será inconstante en su atención, y tendrá consecuencias negativas para ellos. Si su atención inconstante se centra en un hijo, puede alterar sus futuras relaciones con las mujeres, su autoestima y su potencial de depresión.

Envejecer puede que sea una realidad devastadora para ella. Tal vez no se de cuenta que lo que atraía a otras personas no era sólo su belleza física. No será un momento difícil para mujeres que están o siguen involucradas en un proceso creativo.

Algunas envejecen con gracia y vitalidad. Mantiene una actitud joven, a medida que cambia de una experiencia o de una persona a otra.

Como dificultades psicológicas, ella debe saber cómo contener a Afrodita en algunas circunstancias y cómo actuar en otras. Su manera de ser puede ser malinterpretada por hombres que creen que ella está interesada en ellos sexualmente. Ésto crea hostilidad hacia ella, y debería aprender a ser más impersonal en algunas relaciones.

Si crece en una cultura o entorno que condena la sexualidad en las mujeres, puede suprimir su sensualidad y negar una parte esencial de su yo, su vitalidad y su espontaneidad.

Como tienden a vivir el presente, puede actuar como si sus acciones no tuvieran consecuencias futuras o no existieran lealtades. Si aprende a pensar en las consecuencias antes de actuar, será más responsable, aunque pueda continuar hiriendo a otras personas, ya que ella sigue a su corazón.

Lo hombres pueden pasar a ser víctimas. Deja tras de sí una serie de hombres heridos, deprimidos o enfadados que se sienten rechazados por ella, o utilizados. Debe aprender a amar a alguien con todas sus imperfecciones, “que es un ser humano imperfecto y no un dios” pg. 334. Estar un período de tiempo suficientemente largo para aceptar los defectos de su pareja.

Las mujeres que son infelices por amor pueden ser víctimas de Afrodita. La mujer está enamorada de alguien que la maltrata o la desprecia, está deprimida y es infeliz pero no se decide a cambiar su situación. Otro patrón es el de la mujer que se enamora de alguien que no quiere tener nada que ver con ella. Puede perseguirle, y impedirse la posibilidad de tener otra relación durante años. Ella debe liberarse de esta “maldición” de amor, viendo lo destructivo de su comportamiento.

Como desarrollo personal, conocer el arquetipo es muy útil para liberarse de la culpabilidad de ser quiénes son. Tienen que darse cuenta que deben cuidar sus propios intereses porque la diosa no hace por ellas. Si se vuelve consciente del patrón, para no quedar ella herida o para que los que quiere no resulten heridos, se produce un cambio fundamental.

Aprender a permanecer en situaciones difíciles o confusas hasta que se clarifican, y aprender a considerar las prioridades. Observar y esperar, para adquirir control de la situación de manera indirecta, en lugar de expresar el enfado o sus necesidades que crea más frustración. Poner algo de distancia emocional en las relaciones, para poder ver los detalles y lo que es importante. Y por último, establecer un objetivo y mantenerlo ante las peticiones de ayuda de los demás, para poder determinar el curso de su propia vida. Como en el mito, estas tareas ponen a prueba el valor y la determinación y desarrollará capacidades y fuerza. Pero como en el mito, ella sigue arriesgando todo por amor, y gana.








sábado, 8 de junio de 2013

Las Diosas de cada Mujer. Perséfone

La diosa Perséfone, que los romanos llamaban Proserpina o Cora. Fue venerada como la “doncella” o la Koré (que significaba joven adolescente), y como reina del mundo subterráneo. Era una esbelta y bella diosa, que reinaba sobre las almas muertas, guiaba a los vivos que visitaban el mundo subterráneo, y pide para sí lo que desea.

Si Perséfone proporciona la estructura de personalidad de una mujer, predispone a no actuar, sino a dejarse actuar por los demás. También hace que la mujer parezca eternamente joven.

Como doncella y reina del mundo subterráneo, las mujeres pueden ser influenciadas por uno o los dos aspectos del arquetipo.

La Koré, es la “doncella sin nombre”, representa a la joven adolescente que no sabe quién es y no es consciente de sus deseos y sus fuerzas. “Hagan lo que hagan no parece que sea “de verdad””. “Algunas mujeres tienen una actitud de eternas adolescentes, indecisas sobre qué o quien quieren ser cuando “crezcan”, a la espera de que alguien o algo transforme sus vidas” pg. 264.

La hija tipo Perséfone quiere agradar a su madre. Puede que la madre parezca fuerte e independiente, pero necesite a su hija cerca y refuerce la dependencia. A veces, el padre es dominante y entrometido y hace que su hija sea dependiente. Su actitud también puede ser engañosa y encubrir un apego emocional respecto a su hija.

Pero la cultura también refuerza este arquetipo, dónde la pasividad y la dependencia de las mujeres se equiparan a la femineidad.

La receptividad innata de la mujer Perséfone, la hace muy maleable. Su patrón de comportamiento es como el de un “camaleón”, para “probarse” cualquier cosa que los demás esperen de ella.

En Japón, la mujer ideal se parece a Perséfone. Es silenciosa, recatada, complaciente, “permanece con encanto en segundo plano, pero se anticipa a las necesidades de los hombres y externamente acepta su destino” pg. 267.

Como arquetipo del mundo subterráneo puede representar al inconsciente, o el lugar dónde los recuerdos y sentimientos han sido “enterrados”. Perséfone puede ir y venir entre la realidad y el inconsciente.

Perséfone es familiar para muchas mujeres en la etapa de juventud, cuando eran indecisas y estaban llenas de posibilidades. También se puede reactivar en las mujeres tras un tiempo de pérdida y depresión, para volver a ser receptiva a nuevos cambios.

Las mujeres que tienen a Perséfone pueden estar receptivas al cambio y jóvenes de espíritu toda la vida.

Las mujeres tipo Atenea o Artemisa que saben lo que quieres y son centradas, pueden desarrollar a Perséfone, para saber esperar a que las situaciones cambien o los sentimientos se clarifiquen, Las mujeres tipo Hera o Deméter que pueden quedar atrapadas en sus expectativas, pueden dar más valor a la receptividad, reteniéndose de emitir juicios críticos.
También desarrollando una actitud receptiva y benevolente hacia una misma, en vez de ser impaciente y autocrítica.

Perséfone puede parecer más joven de lo que es, o algo “infantil” en su personalidad. “Una especie de “cuida de mi”, que puede permanecer en la mediana edad y posteriormente” pg. 271.

La niña Perséfone es una “niña buena”, que quiere agradar, hace lo que le dicen, y se pone lo que eligen para ella.
Si a la niña Perséfone se la ayuda, puede aprender a confiar en su interior para saber qué quiere hacer. Si se la presiona a actuar, hará lo que quieren los demás y aprenderá a ser pasiva.

Una hija Perséfone no suele contradecir la impresión de que quiere las mismas cosas que su madre quiere para ella. Es común el modelo de relación Deméter-Perséfone, en que la madre trata a la hija como una extensión de sí misma. Si es una madre tipo Atenea, se preguntará “Cómo he podido tener una princesa así?”. Muchas Perséfone no tienen relaciones cercanas con sus padres, por que sea un marido tradicional o por ser desalentados por la posesividad de la madre hacia la hija.

En la adolescencia, un padre o una madre muy entrometidos perturban el desarrollo de su hija. Puede que vaya a la universidad, pero puede distraerse con facilidad y/o le falta confianza.

Tiende a tener varios trabajos, más que permanecer en un a profesión, “y gravita alrededor de donde se encuentra su familia o amigas” pg. 275. Puede que sea despedida por no cumplir lo plazos o faltar mucho al trabajo. En tareas a largo plazo, suele ir retrasándolas como si esperase que a ser rescatada de la tarea o como si tuviera todo el tiempo del mundo. Tiene mejores resultados en trabajos que no exigen iniciativa, o capacidades de supervisión. Si ella madura hasta convertirse en reina del mundo subterráneo, puede que entre en un mundo creativo o espiritual y trabaje de terapeuta, persona psíquica, o artista.

Esta mujer está a gusto con mujeres que son como ella. Si la han tratado como a una persona frágil, “considerará el tratamiento como algo que se le debe” pg 276. Su amiga más íntima suele ser alguien de fuerte personalidad, ya que ella evoca respuestas maternales de otras mujeres.

Tres clases de hombres son atraídos por mujeres Perséfone, los que son jóvenes e inexpertos como ella; “hombres rudos”; y los hombres que se encuentran incómodos con mujeres maduras.
La relación con un hombre puede ser la manera de que Perséfone se separe de una madre dominante. Puede pasar a ser el objeto a poseer en una lucha entre la madre y el hombre. A veces Perséfone escoge a un hombre de una clase social o raza diferente. Puede que la madre no apruebe su personalidad, porque sea “rudo” o desconsiderado, pero la capacidad para oponerse a su madre es una de las razones por las que la hija se vio atraída por él.

Si ella consigue separarse de su madre, cambiará para no ser la persona complaciente que fue anteriormente.

Su sexualidad puede estar dormida, a la espera de ser despertada. Cuando despiertan a la sexualidad, tiene un efecto positivo en su autoestima.

El matrimonio es algo que le pasa, cuando un hombre la convence para que diga que “sí”. Ceden ante la persona más fuerte, y son elegidas por los hombres, no al revés. Casada, puede que se vea “atrapada” entre su marido y su madre. O puede que se transforme y evolucione, y se activen arquetipos de Hera, Deméter o Afrodita.
Un marido recién casado describía:”Me trata como si yo fuera el responsable de haber arruinado su vida, cuando todo lo que había hecho era enamorarme de ella y querer casarme” pg. 280. Estas mujeres se casan con reservas mentales, está parcialmente comprometida. Puede pasar parte de su tiempo casada, y el resto fantaseando sobre otros hombres.

Si es madre, puede seguir siendo una hija que piensa en su madre como una “madre real” y de ella misma como en alguien que está jugando el papel. Los hijos pueden reaccionar de formas diferentes, si tienen una personalidad más fuerte, pueden acabar diciéndole lo que tiene que hacer. Estas hijas pueden decir: “Yo no tuve madre, era la madre” pg. 281. Si ambas son Perséfone, se vuelven parecidas y se hacen mutuamente dependientes.
Si tienen hijos seguros de sí mismos pueden sentirse tratadas como víctimas o “desbordadas”. Ella no mostrará “quién es el que manda”, puede que se sienta impotente y no pueda establecer límites. O puede buscar una manera indirecta para cambiar el foco de atención: mimarle para que cambie de humor, engatusarle para que cambie de idea, distraer su atención o disgustarse para que se sienta culpable o avergonzado.

Algunos hijos evolucionan positivamente, ya que sus madres son respetuosas con ellos y admiran en ellos el espíritu de independencia que a ellas les falta. También pueden nutrir la imaginación de sus hijos, por llevarles a valorar su vida interna.

Cuando envejece, puede obsesionarse con cada arruga y línea de la cara. Pueden surgir depresiones, cuando toma conciencia de que los sueños que tuvo como algo posible están ya fuera se su alcance. Si está identificada con la “doncella”, puede que niegue la realidad, se haga un “lifting”, o se peine y se vista como si fuera más joven. Es vulnerable a la depresión, y puede que su comportamiento se vuelva cada vez menos adecuado.
Si ha madurado y ha tomado responsabilidades, puede evitar la depresión y marcar el final de una larga adolescencia.

En la vejez, si ha evolucionado, puede parecer una anciana sabia y espiritual que ha superado sus miedos a envejecer y morir. En el peor de los casos, puede que nunca se recupere de una depresión, y quede derrotada y cautiva en su propio mundo.

Como dificultades de personalidad, puede ser fácilmente dominada por los demás, y tener falta de dirección y de impulso. Pero también es la diosa presenta más salidas de crecimiento personal.

“Ella vive en una Tierra de Nunca Jamás, como Wendy con Peter Pan, jugando sin rumbo en la vida” pg. 284. Si quiere evolucionar, tiene que volver, como Wendy. Para crecer, ella debe aprender a comprometerse, acabar los estudios, permanecer en un trabajo, casarse, o criar a un hijo, son cometidos difíciles para ella. “Debe luchar contra la indecisión, la pasividad y la inercia” pg. 284.
En relación al matrimonio, debe oponerse al presupuesto sin fundamento que el matrimonio es siempre algo contra lo que hay que luchar o que hay que sufrir.

“El carácter taimado, la mentira y la manipulación son problemas potenciales de su carácter… Pueden aprender a conseguir lo que quieren de manera indirecta” pg. 286. Suelen evitar el enfado, y se sienten dependientes de la generosidad de otras personas que perciben con más poder.

El narcisismo es otro punto a superar, suelen estar tan centradas en sí mismas que pierden su capacidad para relacionarse con los demás. Sus pensamientos están dominados por cuestiones sobre sí mismas: ¿Qué aspecto tengo?, ¿Soy suficientemente lista?, … Su energía se dirige al maquillaje o la ropa, y la gente sólo existe para darles reflejos de ellas mismas”.

Ella puede sufrir depresión cuando está limitada o dominada por otros que mantienen su dependencia. Si se deprime, es una depresión casi oculta, “como el trabajo de la carcoma en la madera” pg. 287. Su personalidad se retrae, su pasividad se hace mayor y sus emociones inaccesibles. “Es como mirar una flor marchita” pg. 287.

Al contrario que la mujer Deméter deprimida, que no pasa desapercibida y ejerce una gran efecto en los que la rodean. Antes de estar deprimida pudo haber sido una persona esencial y con mucha energía, y se produce un cambio espectacular en su comportamiento. Pero Perséfone nunca tomó responsabilidades, y simplemente se marchita un poco más. Si Deméter se deprime, hace que los demás se sientan culpables, impotentes o se enfaden con ella por el reproche que suscita. Perséfone no crea estos sentimientos en los demás. Ella se siente culpable y merecedora de reproche. “Con frecuencia se siente culpable por algo que dijo, pensó o hizo.” pg 288. Deprimidas pueden retirarse a un mundo de vida imaginaria, dónde sólo ellas tienen acceso. Algunas son susceptibles a la psicosis, a vivir en un mundo interno lleno de imágenes simbólicas y con percepciones alteradas de ellas mismas. Si entra en la psicosis y la supera, puede emerger más evolucionada y con una conciencia mayor de ella misma.

Como vías de desarrollo personal, Perséfone debe luchar con la “doncella” que lleva dentro. Decidir casarse, y así madurar, o embarcarse en una carrera profesional y permanecer en ella.
También puede evolucionar cuando se enfrenta a la vida por sí misma, puede que sea después de divorciarse. No se transforman con el matrimonio, y cuando se divorcia se tiene que enfrentar a la necesidad de trabajar o a pagar las facturas. Ya no tienen a nadie que haga las cosas por ellas o nadie a quien culpar.

También puede evolucionar si activa el arquetipo de otras diosas en ella. Si su sexualidad está dormida, puede despertar a ella y tener una conexión con Afrodita. Se puede transformar en una señora sensual y atractiva.
Algunas mujeres Perséfone pueden desarrollar las cualidades de una sacerdotisa y ser guiadas por el espíritu, desarrollar su capacidad psíquica que le facilita la recepción de percepciones extrasensoriales. Como alguien que ha tenido experiencias sobrecogedoras, visiones o alucinaciones, puede transmitir lo aprendido a través de ellas y convertirse en una guía espiritual para los demás.








jueves, 30 de mayo de 2013

Las Diosas de cada Mujer. Deméter


Era la diosa de las cosechas, presidía las recolecciones abundantes. Para los romanos fue Ceres (de dónde proviene la palabra cereal). Se la representaba como una bella mujer de cabello dorado y vestida con una túnica azul, o como una matrona sentada.

Parte del nombre significa madre (“meter”).

Deméter es el arquetipo de la madre, representa el instinto maternal, que se realiza a través del embarazo o mediante suministro de alimento físico, psicológico o espiritual a los demás. “Este arquetipo de madre motiva a nutrir a los demás, a ser generosa y a dar, y a encontrar satisfacción como cuidadoras o protectoras”. Pg. 229.

Si la mujer tiene un fuerte arquetipo de Deméter anhela ser madre. “La imagen de la madre y el hijo- representado en Occidente como la Virgen y el Niño- corresponde a una imagen interna que la conmueve profundamente”.


Se puede expresar mediante profesiones de ayuda, y en cualquier relación que en la que pueda nutrir. Este arquetipo no está limitado a ser madre biológica o a alimentar exclusivamente a los propios hijos.

El arquetipo es una fuerza irresistible para quedarse embarazada. Pero si está inconscientemente motivada, puede quedarse embarazada “por accidente”.
Si el aborto es claramente la opción más sensata o responsable, una mujer no-Deméter puede decidir abortar y a continuación sentirse aliviada. Pero si Deméter tiene gran influencia, ésta no puede llevarlo a cabo. Como consecuencia, puede que tenga un hijo alterando así todo el curso de su vida.
Si decide abortar, sentirá agitación y un conflicto interno, durante y después del proceso de decisión y el proceso de llevarlo a cabo. Sentirá pesar en lugar de alivio, o una mezcla de ambos. Se deduce que después de tanta infelicidad, se asegurará de que no le sucede otra vez. “Pero también sucede lo contrario: pasa por ciclos de embarazo, agitación, aborto, depresión, porque el impulso de estar embarazada, una vez frustrado, se vuelve todavía más fuerte” pg. 230.

Alimentar a los demás constituye otra satisfacción para esta mujer. Les gusta preparar grandes comidas para familia o invitados. Las mujeres que se apartan al campo a cultivar sus propios alimentos, cocer pan, envasar frutas y compartirlo con los demás, está expresando el aspecto de Madre Naturaleza de Deméter.

Las madres Deméter se niegan a ceder si está en juego el bienestar de sus hijos. Las llamadas Madres de la Plaza de Mayo, son como Deméter en su perseverancia, se negaban a rendirse y continuaban protestando contra la dictadura, aunque fuera peligroso. “Obstinación, paciencia y perseverancia son cualidades de Deméter que pueden influir a un hombre o una institución poderosos” pg. 232.

Deméter era la madre más generosa. Como muchas mujeres líderes espirituales que han sido consideradas como figuras maternales, como la madre Teresa de Calcuta, o la santa ganadora del premio Nobel de la Paz. Algunas ofrecen alimento y cuidado físico, otras apoyo emocional y psicológico, mientras que otras dan alimento espiritual.
Como este arquetipo representa una fuerza poderosa, si no puede realizarlo, puede sufrir la depresión “del nido vacío”. Si anhela tener un hijo y es estéril, el hijo puede morir o abandona el hogar. Se termina su trabajo de madre sustitutiva y echa de menos a sus clientes o estudiantes. Se aflige y siente su vida carente de sentido o vacía.

Un estudio de mujeres deprimidas hospitalizadas por primera vez entre los cuarenta y cincuenta y nueve años, reveló que las más deprimidas eran las madres muy generosas y muy implicadas. Antes de su enfermedad eran “supermadres” con un largo historial de sacrificios. Si les preguntaban de qué se sentían más orgullosas, todas respondían: “De mis hijos”. Ninguna mencionaba cualquier otro logro propio.
Ella está obsesionada con su sentimiento de pérdida y limitará sus intereses. Sus síntomas son muy similares entre ellas: “sus expresiones faciales, la manera de sentarse, de mantenerse en pie, de caminar y de mirar; la manera cómo expresan el dolor y hacen que los demás se sientan a la defensiva, culpables, enfadados o impotentes” pg. 234.

Cuando Deméter se deprimió, nada creció, y la hambruna amenazó con destruir a la humanidad. Su aspecto destructivo se expresa reteniendo lo que otros necesitan. Una nueva madre gravemente deprimida puede ser un peligro para la vida de su bebé, el personal médico puede diagnosticar “falta de impulso”. Las madres Deméter pueden retener su aprobación a los hijos que crecen y se van independizando de ella.

Las mujeres están cultivando a Deméter cuando consideran si tener un hijo o no, imaginándose embarazadas y teniendo niños. A medida que resulta más maternal y trabaja por serlo, el arquetipo Deméter crece en ella.

La mujer Deméter es nutridota y protectora en sus relaciones, útil y generosa. “Ella proporciona todo lo que se necesita: sopa de pollo, un abrazo de apoyo, dinero para sacar a flote a un amigo,… ““Es sólida y eficaz. La describen como alguien que “tiene los pies en el suelo”.” Suele ser generosa, directa, altruista y leal a personas y principios, hasta poder considerarla obstinada. Tiene fuertes convicciones y es difícil hacerla cambiar de opinión cuando algo o alguien importante para ella está involucrado” pg. 236.

Algunas niñas Deméter mecen a sus muñecos, y les gusta tener en brazos a bebés de verdad, a los nueve o diez años está deseosa de cuidar a los bebés de los vecinos.

La vida de la diosa Deméter también se repite en la vida real. Cuando las niñas Deméter crecen en hogares con madres maternales y padres nada paternales. La niña se identifica con su madre y se desconecta del padre. La actitud del padre puede ser desde el desinterés hasta la competitividad, el resentimiento o incluso malos tratos. La autoestima de Deméter sufre y ella desarrolla una actitud de víctima. O quizás tenga padres inmaduros o incompetentes, y en cuanto tiene suficiente edad tal vez cuide de sus hermanos. Pero si tiene un padre cariñoso y que la aprueba, considerará a los hombres de manera positiva y su deseo de ser una buena madre. Su experiencia de infancia no reforzará su inclinación del arquetipo a convertirse en víctima.

En la pubertad, algunas jóvenes Deméter empiezan a desear quedarse embarazadas. Sin embargo la mayoría no se quedan embarazadas, ya que puede no estar motivada a tener experiencias sexuales tempranas.
Puede que se case joven y tenga familia. Ésto encaja con ellas más que tener una educación o un trabajo. Ella no es ambiciosa, intelectual o competitiva. Sus amigas serán de un gran abanico social y racial.

Tiene tendencia a buscar profesiones de ayuda a los demás. Le atraen las profesiones tradicionalmente femeninas como la enseñanza, el trabajo social o el preescolar. Las mujeres Deméter en una posición de liderazgo o como “madres fundadoras” de una institución, les puede requerir que se quede sin tiempo o energía par nada más. El anhelo de una pareja y de un hijo propio permanecerá insatisfecho. Surgen conflictos en ella, y entre ella y los demás. Los empleados esperan de ella que mire por ellos personalmente, y quedan resentidos y se enfadan si no lo hace.

Ellas no compiten con otras mujeres por hombres o por logros. Cualquier envidia está relacionada con lo niños. Una mujer Deméter se compara desfavorablemente a sí misma con mujeres de su misma edad que son madres. Si no puede tener hijos biológicos, se amarga por la facilidad con la que otras mujeres se quedan embarazadas, especialmente si abortan. En la tercera edad, la envidia puede aparecer de nuevo respecto a los nietos.

Tienen sólidas amistades con otras mujeres Deméter, que se remontan al tiempo en el que fueron madres juntas. Muchas confían más en sus amigas que en sus maridos. Dentro de las familias, mujeres Deméter pueden estar juntas durante generaciones y suelen tener un modelo matriarcal. El modelo madre-hija puede duplicarse con amigas. Una mujer puede adoptar el papel maternal con una amiga tipo Perséfone, indecisa y sin experiencia.

Atrae a hombres que se fijan en mujeres maternales. Es característico que no sea ella quién elige y responda a la necesidad que tiene un hombre de ella. Puede estar con un hombre porque le da pena. Ellas no tienen grandes esperanzas respecto a los hombres, es común que piensen que “los hombres son como niños”.

Un patrón común de pareja es la de Gran madre-hijo/amante. Puede ser un hombre sensible o con talento que se siente incomprendido por los demás. Según ella, el mundo es cruel con él. Ella tolera su conducta, que los demás consideran egoísta o desconsiderada.
Una mujer Deméter puede estar sobrecogida por su apariencia o su talento. Una mujer relataba: “Éra feliz cuidándole. Le mimé hasta convertirle en un desastre” Lo decía con orgullo, más que con amargura.

Sus cualidades la hacen vulnerable a ser utilizada por un “sociópata”, otro tipo de hombre frecuente en sus relaciones. El sociópata actúa bajo la presunción que sus necesidades le justifican para recibir. Es incapaz de intimidad emocional o de sentimientos de aprecio. Su actitud podría simbolizarse por la pregunta: “¿Qué has hecho por mí últimamente?”. Esta relación puede atar la vida de esta mujer y empobrecerla económicamente.
Otro tipo de hombre es el que quiere “una chica como la que se casó con papá”, quiere que sea sensible, cálida, que cuide de él, que vigile que vaya al médico, y organice su vida social.

El único atraído por Deméter que es maduro y generoso  es el “padre de familia”. Él quiere formar una familia y busca una mujer que sea maternal. Es el único que está maduro para cuidar de ella.
Los otros tipos pueden verse amenazados por la idea de los hijos y pueden insistir en que ella aborte. Esta insistencia la hará entrar en crisis respecto a su naturaleza maternal: o bien rechaza al hombre del que hace de madre, o rechaza la maternidad. La elección la hace sentirse como una madre que tiene que elegir sacrificar a uno de sus dos hijos.

Respecto a la sexualidad, no tiene un fuerte impulso sexual. Es cariñosa más que provocativa. Muchas tienen una actitud puritana respecto al sexo. Algunas lo consideran como parte de lo que una esposa provee a su marido.

En relación al matrimonio, quieren casarse para tener hijos. El matrimonio no es primordial para ellas.

Si no puede tener hijos se sentirá estéril. Todas se perciben como buenas madres, pero sean madres buenas o terribles, son siempre absorbentes.

Si sus hijos le manifiestan resentimiento, se siente herida y confusa. No puede ver que haya contribuido a las dificultades de sus hijos.

Algunas madres Deméter  siempre temen que algo malo pueda ocurrir a su hija. Como la hija de la diosa, que fue raptada. Temen la posibilidad de un “rapto” desde que nace. Limitan la independencia de sus hijas y desalientan sus relaciones con los demás. Una madre Deméter puede sentirse culpable de cualquier acontecimiento que tenga un efecto negativo en sus hijos/as.
A veces, los hijos de una madre Deméter controladora están siempre cerca de ella. Si se casan, pueden mantener vínculos con su madre más fuertes que los conyugales.
Otro modelo negativo es el de la madre que no puede decir que no a sus hijos. Hará sacrificios para conseguir lo que quieren sus hijos, o se sentirá culpable. Esos hijos crecen sintiéndose con derecho a una consideración especial y muy mal preparados para adaptarse.

En la mitad de su vida, si no ha tenido hijos, se preocupará porque su reloj biológico se está acercando al límite. Las mujeres no casadas contemplan la posibilidad de ser madres solteras. Si tiene hijos, puede ser inconsciente de la necesidad de organizar el resto de su vida. O tener el impulso de tener un hijo tardío.

En la vejez, pueden entrar en dos categorías. Muchas encuentran gratificante esta fase de su vida. Las que han fortalecido la independencia y el respeto mutuo, y son queridas y respetadas por sus hijos, nietos, clientes… Pero puede acabar considerándose una víctima por decepciones y esperanzas frustradas de los años de la mitad de la vida.

Como dificultades psicológicas, la mujer Deméter debe hacer frente a la diosa una y otra vez, si quiere tomar las riendas de su vida. En lugar de decir siempre “sí”, tiene que escoger cuándo, cómo y quién dar. También cuándo y con quién quiere tener un bebé.

El cansancio, los dolores de cabeza, la subida de presión sanguínea y los dolores de espalda son corrientes en las mujeres Deméter que no saben decir que no, o expresar su enfado cuando tienen excesivo trabajo.
A cualquier cosa que hagan sus hijos puede añadir el mensaje de “no lo has hecho suficientemente bien”, se puede volver posesiva, controladora y constrictiva. Cuando intenta suprimir sus propios sentimientos, empieza a manifestar una conducta pasivo-agresiva. Y tal vez no compre el producto que le pidió su vecina de al lado, no cumple los plazos a los que se comprometió, o llega tarde a una reunión. Sería mejor si pudiera decir que no al principio, porque esa conducta la hace sentir incompetente y culpable.

Si pierde una relación en la que ha sido figura maternal, también pierde su papel de madre, que le había dado un sensación de poder, importancia y sentido a su vida. Si el arquetipo se encuentra en el máximo de su intensidad, la mujer se vuelve incapaz de funcionar y necesita una hospitalización psiquiátrica. Puede que se quede inmóvil y abstraída, o que deambule de acá para allá, retorciéndose las manos y atormentada. Si ella hubiera sabido que era susceptible a la depresión del “nido vacío”, podría haber tomado medidas preventivas. “Desarrollar otras diosas dentro  le proporciona intereses suplementarios, más allá de hacer de madre” pg. 257.

Como maneras de desarrollo psicológico, ella puede negar su conducta pasivo-agresiva, pero sabe que está decepcionada y que se siente deprimida. Si llega a reconocer sus rasgos negativos, cambiar su conducta será una tarea más sencilla. También puede preguntarse cuando le piden tomar otra responsabilidad: “¿Es algo que quiero hacer?”, y “¿Tengo suficiente tiempo y energía?”. Si no ha sido bien tratada, tiene que recuperar la seguridad y animarse a hacerlo saber.
Una mujer Deméter atormentada y deprimida, ha sufrido una pérdida significativa. “Una relación, un rol, un trabajo, un ideal: cualquier cosa que diese sentido a su vida y que ahora ya no tenga” pg. 259. La recuperación es posible. Arriesgarse a tener otra relación es una vía de recuperación. A veces la recuperación ocurre de forma algo misteriosa. Hay unos pocos signos de primavera, de retorno a la vida, y la mujer vuelve a ser ella misma. Emergerá con mayor sabiduría, sabiendo que es posible vivir superando cualquier hecho que le suceda, igual que la primavera sigue al invierno.

Este arquetipo se puede relacionar con el patrón de la Remera o la Sanadora de heridas de Giorgio Nardone.


martes, 28 de mayo de 2013

Las Diosas de cada Mujer. Hera


Las tres diosas vulnerables son Hera, diosa del matrimonio, Deméter, diosa de las cosechas, y Perséfone, o doncella. Estas tres diosas personifican los arquetipos de los papeles tradicionales de mujeres: esposa, madre e hija. Están orientadas a las relaciones, su identidad y bienestar dependen de tener relaciones significativas. Cuando se rompió o deshonró una relación sentimental las tres sufrieron. Las tres respondieron de una manera característica: Hera, con rabia y celos; Deméter y Perséfone, con depresión.

Cada una de las diosas vulnerables tiene una fase feliz; una fase en la que fue escogida como víctima; y una fase de restablecimiento y transformación. Si la mujer comprende los paralelismos entre ella y las diosas arquetípicas, tal vez pueda ahorrarse algún sufrimiento. Por ejemplo, Hera, diosa del matrimonio, puede evitarse dolor si no se permite verse empujada al matrimonio prematuramente, y puede juzgar el carácter de un hombre antes de casarse. Deméter, debería estar clara sobre las circunstancias bajo las que se queda embarazada y tomar precauciones, porque la diosa en ella siente un instinto maternal irresistible. Perséfone, hará bien en abandonar el hogar, para tener la oportunidad de evolucionar más allá de ser una hija complaciente de su madre.

Hera


Hera fue la diosa del matrimonio. Los romanos la conocían como Juno. Su nombre significaba “Gran Señora”, y su símbolo era la vaca, la Vía Láctea y el lirio.

Hera fue reverenciada y humillada. Ella, más que ninguna otra diosa, tiene cualidades positivas y negativas. Su arquetipo, fuerza alegría y dolor en la personalidad de una mujer.

Cuando Hera es su arquetipo, una novia puede sentirse como una diosa el día de su boda. En nuestra cultura, las mujeres aún siguen presionadas por las expectativas de casarse. Y se espera que la gente se establezca en parejas.

“El arquetipo de Hera proporciona la capacidad de vincularse, ser fiel, de soportar y atravesar dificultades con una pareja” pg. 195. Sin Hera, la mujer puede tener una serie de relaciones cortas, que abandona cuando surgen dificultades o cuando desaparece el enamoramiento. Cuando las mujeres se casan sin “Hera”, parece que “falta algo” en el matrimonio.

Las ceremonias religiosas de boda son reconstrucciones contemporáneas de los rituales sagrados de boda.

En relación a la negatividad de Hera, cuando ella descubrió la infidelidad de su pareja, canalizó su ira contra la otra mujer. Este arquetipo predispone a las mujeres a desplazar la culpa de su pareja sobre los demás.

La necesidad de ser más como Hera, llega a algunas mujeres en los primeros años de la mitad de su vida. Para entonces han tenido varias parejas o han estado centradas en sus carreras. Si unirse con la pareja no es un instinto en ella, tendrá que cultivarlo. Sólo puede ser cuando la mujer ve la necesidad de contraer matrimonio y tiene la voluntad de cumplirlo. Tiene que decidir cortar con la promiscuidad de Afrodita, o la independencia de Artemisa, y favorecer a Hera.

Una mujer Hera disfruta haciendo de su marido el centro de su vida. Los hijos se dan cuenta de ésto: lo mejor guardarlo para él. Y otras personas también lo notan, ella les deja “en suspenso” hasta que lo consulta con él.

La niña Hera, puede encontrarse jugando a “mamás y a papás”. La próxima señal de Hera llegará después, cuando ha pasado de los siete u ocho años.

Cuando los niños tienen una situación familiar poco ideal, se pueden volver negativos respecto al matrimonio, Hera sigue con una imagen idealizada del matrimonio y lo busca como una vía para salir de una mala situación familiar. Si la relación de sus padres es estable, lo verá como lo que quiere para ella misma.

En la adolescencia es más feliz si tiene una relación estable. Anhela la seguridad emocional que deriva de la relación. “Una vez constituye la mitad de una pareja “a la moda”, organiza reuniones y fiestas, mirando por encima del hombro a los mortales no emparejados desde las alturas del Olimpo” pg. 202.
Algunas se casan durante la universidad o justo después, pero la mayoría de estos compromisos se rompen, y ésta es la primera herida emocional grave de Hera.

Los estudios no son importantes en sí mismos para Hera. El matrimonio es la motivación por la que acude a la universidad, o por ser una parte de su esperada condición social.

Si sigue soltera y le preguntan, “¿cuando te vas a casar?”, puede resultar muy doloroso para ellas. Ella siente un vacío y una falta de sentido a su vida que se hacen mayores por las expectativas de los demás.

El trabajo es un aspecto secundario en su vida. Puede que sea buena en su trabajo y que tenga reconocimiento en su profesión, pero si no está casada, nada de ésto parece tener importancia para ella. Se está casada, subordinará su carrera a la de su marido, ayudando a promocionar las necesidades de él.

En relación a otras mujeres, no suele dar mucha importancia a la amistad, y por lo general “no tiene una amiga del alma” pg. 204.
Si no está casada, tal vez se ponga deacuerdo con otras mujeres para ir a lugares dónde pueda encontrar pareja. Una vez tiene una relación, suele dejar a las amigas de lado.
Ella tiene una costumbre social de cancelar planes con amigas si un hombre el pide que salga con él.
Una mujer Hera casada se relaciona con otras mujeres casadas. O considera una amenaza a las mujeres solteras, o las descarta como simples mujeres sin un hombre. Ella puede abandonar fácilmente a la amiga viuda o divorciada, si la amiga se queda sin pareja. Las mujeres Hera se distancian entre sí, para reforzar su idea de que no son nada sin su marido.

La mujer Hera pone en su marido la expectativa de que él la realizará. Ella se siente atraída por un hombre competente y de éxito. Pero es frecuente que se case con un hombre que es una combinación de niño (inmaduro) y hombre poderoso. La inmadurez emocional del hombre puede llevarle a tener aventuras, que la mujer Hera no puede tolerar. Si ella le toma la palabra, y él es mentiroso y tiene aventuras, será herida una y otra vez. Las mujeres Hera normalmente juzgan a la gente por la superficie, así su decepción es proporcional a sus esperanzas de realizarse y la realidad, y la diferencia puede ser muy grande.

En relación a la sexualidad, va junto con el matrimonio. Tendrá relaciones sexuales como parte de su papel de esposa. “La idea del “sexo debido” probablemente surgió por primera vez con las mujeres Hera” pg. 207.
Su estado de felicidad depende de la devoción que su marido tenga por ella, y de la importancia que él da al matrimonio. Pero atraída por hombres con éxito, puede que descubra que él está casado con su profesión y ella se sentirá infeliz. Ella sentirá un vacío emocional. Quizás intente compensar el vacío con la actividad social, pero la imagen de armonía que proyectan en público les falta en privado.
Ella es la menos inclinada a pedir un divorcio. Como la diosa, puede soportar los malos tratos.
Si el marido la deja por otra, se resiste a oír lo que le está diciendo. Incluso después de un divorcio se puede seguir sintiendo casada y sufra cuando le recuerdan que no lo está. Puede que pase horas luchando con el psiquiatra, y la pista es la influencia que el matrimonio tiene sobre ella. Hay muchos casos de ex maridos acosados por las llamadas de su ex mujer, o quizás la nueva esposa que se siente enfadada por la intrusión de la ex mujer en su vida en común.

Suele tener hijos porque va en función del rol de esposa. Pero no tendrá mucho instinto maternal a menos que Deméter sea un arquetipo importante en ella. Si tiene hijos y no puede crear un lazo con ellos, éstos sentirán esta carencia como una falta de amor y algo de abandono emocional. Si Hera tiene que decidir entre su marido y sus hijos, por norma sacrificará los intereses de sus hijos para conservar a su marido. Como en un caso de una mujer adulta que había batallado con su padre durante la adolescencia. La madre nunca actuó de amortiguador entre ella y su padre, a pesar de lo irrazonable o absurdo de éste. Ella necesitaba hacerle saber lo dañino se su conducta, y un día llamó a su padre. Habló a su padre de sus quejas y agravios del pasado, su madre estaba en la otra extensión telefónica y lo oyó todo. Aunque su padre la escuchó paciente, la madre reaccionó como si fuera una falta de respeto y dijo:”!No tienes derecho a hablar así a tu padre!”. Ésta es una reacción típica de Hera. El hombre es vulnerable y está necesitado de su calor y protección.

En la mediana edad, su vida será mejor o peor dependiendo de si está casada y con quién. Si hay tensiones en la matrimonio lo empeorará con sus celos y su posesividad. Si por primera vez sospecha del interés de su marido por otra mujer, desatará su venganza, poniendo más en peligro el matrimonio.

En la vejez, el quedarse viuda es su mayor peligro. Puede pasar del duelo a una depresión crónica. Si siguen juntos, sentirá que su vida tiene sentido.

Como dificultades psicológicas, si la mujer se identifica con el papel de esposa, su felicidad dependerá de la calidad del matrimonio. Muchas mujeres Hera proyectan una imagen de un marido idealizado, y después se vuelven críticas si no corresponde a sus expectativas. O pueden “volverse “arpías” cuando le instan a que cambie” pg. 215.
La mujer Hera atrapada en un matrimonio con un alcohólico o con alguien que la golpea, puede verse sin salida con el apoyo de la cultura y las esperanzas de la familia que conspiran para que el matrimonio no se rompa.
Las mujeres Hera juzgan a las demás mujeres y las castigan por no adaptarse a las pautas de Hera. El “síndrome de Medea” (Medea fue una mujer mortal que mató a sus hijos para vengarse del hombre por haberla abandonado) representa la venganza de Hera cuando se siente traicionada. Ella dejará su familia, traicionará sus valores, y “matará” los lazos familiares si es necesario. Puede que si se siente traicionada, intente destruir la relación de los hijos con su marido, y su venganza sea mayor que su amor por sus hijos. La Hera hostil suele hacer daño a otros, en vez de perjudicar al hombre.


Muchas mujeres Hera divorciadas esperan que su marido pueda regresar. Aunque a veces pueda ser así, no es lo habitual. Ella tiene que hacer frente a la realidad, y así podrá llorar la pérdida y continuar.
Si el matrimonio es conflictivo o hay malos tratos o infidelidad, puede empezar de nuevo y escoger esta vez con sensatez. “En su nuevo matrimonio, su impulso de ser esposa puede satisfacerse de manera positiva” pg. 224. También puede abandonar la necesidad de ser esposa o la esperanza de realizarse por el papel de esposa.



Este arquetipo recuerda a La que busca el Príncipe azul de Giorgio Nardone.



Como desarrollo personal, una mujer Hera haría bien en resistir el matrimonio hasta que conozca bastante a su marido. También debe darse cuenta que olvida otras facetas de su vida que podrían enriquecer su matrimonio. Si reflexiona sobre el papel de esposa, que la limita, puede ir más allá de ese patrón. Debe ser menos susceptible a los celos y sus reacciones injustificadas, y dar confianza a su marido. Si es rechazada, debería contener su rabia e impulsos y canalizar el enfado. El trabajo mental o manual (arcilla, pintura, escribir) pueden subliminar su rabia. 

viernes, 24 de mayo de 2013

Las Diosas de cada Mujer. Hestia

Hestia fue la diosa del hogar y los templos. Es la menos conocida de las diosas del Olimpo. Su equivalente romano fue Vesta. No fue representada en forma humana, sino como una llama ardiendo en el centro de la casa, el templo o la ciudad. El símbolo de Hestia era el círculo.  Un fuego sagrado en el centro del hogar que se sentía espiritualmente, que proporcionaba calor e iluminación.
Siempre que una nueva pareja o nueva colonia establecían un hogar, Hestia les acompañaba en forma de fuego sagrado, simbolizando la continuidad en la relación y la identidad común.
La presencia de la diosa en la casa y el templo era fundamental en la vida cotidiana.

Hestia era la mayor de las tres diosas vírgenes. Pero al contrario que Artemisa o Atenea, ella no salía al mundo. Permanecía dentro de la casa o del templo.
Las diosas vírgenes tienen la cualidad de ser completas en sí mismas, y todas tenían la capacidad de enfocarse sobre lo que les importaba y concentrarse en ello.Hestia se concentraba en su interior, en su experiencia subjetiva interna.
La manera de percibir a Hestia es mirando hacia dentro, y sintiendo de forma intuitiva qué es lo que pasa. Poniéndonos en contacto con nuestros valores, y en lo que tiene significado desde el punto de vista personal. Ésto también lleva a la comprensión interna del carácter de las demás personas y a poder ver el significado de sus acciones.

Hestia también puede desapegarse emocionalmente de los demás, como Artemisa y Atenea, busca la tranquilidad serena que encuentra más fácilmente en soledad.

Es el arquetipo activo en las mujeres que consideran que llevar la casa es una actividad llena de sentido. Una mujer que tiene un sentido de armonía interna cuando realiza las tareas cotidianas, está en contacto con este arquetipo. Atender los detalles del hogar cotidianos es una actividad que centra, equivalente a la meditación. Cuando lava o pliega a ropa, o pone en orden las cosas, siente que se absorbe sin prisas y llena de paz en cada tarea.

Este arquetipo florece en la comunidades religiosas. Las órdenes contemplativas católicas y las religiones cuya práctica se basa en la meditación.
Las jóvenes que entran en un convento abandonan sus identidades previas. Se visten de la misma manera, se esfuerzan por ser desinteresadas y dedican sus vidas al servicio religioso. Por ejemplo, la mística Santa Teresa de Jesús, conocida por sus escritos extáticos, combinaba un aspecto de Afrodita y Hestia. La madre Teresa de Calcuta parece una combinación de la Deméter maternal y Hestia.

Cuando este arquetipo está presente en una mujer, los acontecimientos no tienen el mismo impacto en ella que en otras personas. Esta mujer no está "apegada" a la gente, a los resultados, a las posesiones, o al prestigio o al poder. Como su identidad no es importante, no está atada a las circunstancias externas.
El desapego le da una calidad de "sabia anciana". Es como un familiar mayor que lo ha visto todo y lo ha atravesado sin que disminuya su ánimo y con su carácter templado por la experiencia.
Los excesos de los demás arquetipos son mejorados por el consejo sensato de Hestia, una presencia que aporta una verdad u ofrece una comprensión interna espiritual.

Con Hestia en su personalidad, la vida de la mujer tiene un significado. Cuando nos sentimos en contacto con una fuente interna de calor y luz, este "fuego" calienta a aquellas personas que amamos y nos mantiene en contacto con otras personas que están lejos. En este nivel espiritual, "conexión" y "desapego" son la misma cosa.


Desde los tiempos de los griegos, las culturas occidentales pusieron el acento en la dualidad, en la diferenciación entre masculino y femenino, mente y cuerpo, activo y receptivo. En la antigua Grecia, los valores de Hestia (tradicionalmente femeninos), eran los más importantes. Desde entonces, Hestia ha sido olvidada y desvalorizada. Lo que representa ya no se venera. Si no se venera a Hestia, se pierde la importancia de ir hacia dentro para buscar paz y sentido a las cosas. Desaparece también el sentido de la familia, y "la necesidad para los ciudadanos de una ciudad, de un país, o de la tierra, de estar unidos por un vínculo espiritual común" pg. 160.

Las mujeres que no son mujeres Hestia pueden decidir pasar su tiempo "con Hestia". Para hacerlo, tienen que tomarse el tiempo y encontrar el espacio- especialmente si son mujeres orientadas hacia los otros, que están orgullosas, pero al mismo tiempo se quejan de "no tener un momento libre". O por ejemplo, doblar la ropa es una carga repetitiva para muchas mujeres, adoptando la actitud de Hestia, una mujer puede celebrar ese momento como un momento para calmar su mente. Para que Hestia esté presente, una mujer tiene que concentrarse en una tarea cada vez, una zona o una habitación a la vez. Las pautas que deben cumplirse son la suyas propias, y es ésto es una diosa virgen, no la sirviente de las necesidades o pautas ajenas, ni dominada por el reloj.

La meditación fortalece este arquetipo. Una vez empezada, suele ser una práctica cotidiana, porque proporciona un acceso a Hestia.

Hestia suele ser una mujer introvertida que disfruta de la soledad.  La joven Hestia es una niña agradable, "fácil". Incluso los "terribles dos años" van y vienen con algo de tozudez o autoafirmación. A veces la gente se siente atraída por una cualidad de "alma vieja" que ella tiene. Ella hace poco por llamar la atención hacia sí misma o para evocar fuertes reacciones de los demás. Cuando se mantiene "en sí misma", puede que sea animada a salir al mundo.

La infancia de esta diosa no fue feliz. Algunas mujeres Hestia han tenido infancias paralelas a las de la diosa: malos tratos, padres tiránicos y madres ineficaces (o deprimidas). Muchas, a su propio cargo en hogares en los que no se tenían en cuenta la necesidades de los hijos. En este tipo de hogar, una mujer Hestia rechazará la emoción, retirándose hacia dentro. Se sentirá aislada de sus hermanos y de sus padres, y será verdaderamente diferente de ellos.  Posee un sentimiento interno de certeza de ser diferente de los que la rodean. Así, se vuelve una "no persona", igual que la diosa.
Una mujer Hestia en una familia ordinaria, desarrollará una personalidad adaptable, será agradable y sociable. Pero internamente, es fiel a Hestia.
La adolescente se ausenta de los dramas sociales, las grandes pasiones y las alianzas cambiantes de sus compañeras. Puede ser un período de profundización de la convicción religiosa. Si va a la facultad, aprecia el anonimato de una universidad. Pero si es únicamente Hestia, no tendrá una razón personal para ir a la universidad. El desafío intelectual, buscar marido o prepararse para una profesión no le preocupan. Si va a la universidad es por que otros arquetipos son importantes en ella, o porque otras personas esperan que lo haga.

En relación al trabajo, un lugar competitivo no gratifica a estas mujeres. Ella carece de ambición y de impulso; no pretende reconocimiento, ni valora el poder. Es probable encontrarla en una oficina, en un empleo tradicional de mujer, dónde es casi invisible o apreciada como "una joya" Se mantiene al margen de los cotilleos, y proporciona un ambiente de orden y calidez.

Suelen tener unas pocas amigas con las que les gusta relacionarse de vez en cuando. Su don consiste en escuchar con un corazón compasivo, permaneciendo centrada en medio de cualquier turbación que una amiga le traiga.

En relación a la sexualidad, si el arquetipo es dominante, no es muy importante para ella. Considera la sexualidad como una experiencia agradable y cálida, también como una forma de contentar a su pareja.

En el matrimonio, encaja en la idea anticuada de "una buena esposa". La fidelidad de su marido no es importante para ella, y no existe la tentación de ser infiel si no se ve afectada por Afrodita. Sin su marido, no perdería el sentido de su vida o sus metas. Hestia se definiría como "ama de casa".

En relación a los hombres, atraen a hombres seducidos por mujeres tranquilas, autosuficientes y que pueden ser buenas esposas. A veces son hombres que miran a las mujeres como "buenas" (si no tienen experiencia sexual) o "sueltas". Esta clase de hombres se casa con mujeres del primer tipo y tiene aventuras con el segundo. Como muchos matrimonios tradicionales, que tienen la unión de hombre-de-negocios-viajero-comunicador y mujer Hestia. Ella tiene autonomía en el hogar, y el sostén económico para hacer lo que realmente le importa. Su destino parece el de permanecer anónima, a pesar de ser fundamental.

Ella puede ser una excelente madre, especialmente si tiene algo de Deméter. Pero su amor puede ser algo impersonal y carente de expresión. No tiene grandes ambiciones para sus hijos, y les permite ser ellos mismos. Pero no es de mucha utilidad para ayudarles en situaciones competitivas. De mayores no tienen problemas importantes que resolver con sus madres.

En la mediana edad, si está casada, está contenta en su papel de ama de casa, sino puede ser una "tía soltera" y no sale a la caza de un hombre. Puede que entre formalmente en un convento, como una transición natural para ella. En la vejez, sabe envejecer armoniosamente. Se adapta a vivir sola o puede que haya vivido siempre así. Siempre hay algo "viejo y sabio" en ellas.

Como dificultades psicológicas, vivir como Hestia, significa permanecer voluntariamente velada, anónima. Muchas mujeres conocen las desventajas de este papel. Puede quemarse si siente que sus esfuerzos no tienen sentido, o son inútiles para ella.
Carece de capacidad de afirmación, y no habla si se siente descartada o desvalorizada.
Ella expresa de manera indirecta su amor y preocupación por los demás, el dicho "la procesión va por dentro" describe los sentimientos introvertidos de Hestia. La soledad puede hacerse muy extrema si las personas que ella quiere no se dan cuenta de cómo ella siente. Pero también es triste cuando alguien quiere ser amado por una mujer Hestia: es amado, pero nunca está seguro de ello. Ella debe aprender a expresar sus sentimientos de manera que las personas que quiere puedan saberlo.
La desvalorización de Hestia: dentro de un convento o en la institución del matrimonio-cuando eran compromisos para toda la vida- había un sitio seguro para que prosperara su espíritu. Sin la seguridad de las instituciones para toda la vida, ella puede estar en desventaja. Se siente como una tortuga sin caparazón. "Con facilidad, la desvalorizan y miran por encima del hombro los triunfadores, las personas que todo lo hacen bien y los árbitros sociales". Ésto tiene un efecto negativo en su autoestima." Puede sentirse fuera de situación, inadaptada e incompetente, si adopta las pautas de los demás y las aplica a sí misma" pg. 175.

Como desarrollo personal, sus problemas empiezan cuando sale del santuario de su casa o del templo para hacer su camino en el mundo. Estará fuera de lugar, hasta que desarrolle otros aspectos de su personalidad.
A ella no le interesa quién es quién o causar una buena impresión. Estas capacidades no le llegan de manera natural y tiene que aprenderlas. Este proceso suele ser muy doloroso. Se reflejan en pesadillas en las que se encuentra desnuda o sólo vestida a medias. Ella "revela" demasiado de sí misma, es demasiado honrada, lo que permite ver a la gente lo que otros ocultarían en a misma situación. Debería aprender a llevar una "máscara" (significa persona en latín), y probar una serie de ellas en diferentes situaciones hasta que descubra un estilo que le sea natural, una vez que "se lo ha puesto" suficientes veces.
Más allá de la "máscara", necesitará adquirir la capacidad de expresarse con firmeza; tener una aspecto activo si va a interactuar con los demás, o a hacerse cargo de sí misma en el mundo.
Hestia representa el Ser, si somete su experiencia interna al escrutinio de la razón, se descarta lo que ella siente a menos que se apoye en pruebas evidentes. También corre el peligro de verse "ahogada" por sentimientos. Puede soñar con una enorme ola que se le viene encima". En la vida real, la preocupación por una situación emocional puede apartarla de sentirse centrada. Si el remolino la conduce a la depresión, ésta puede apagar "el fuego en el centro del hogar de Hestia"". Si se ve amenazada por estas dos fuerzas, necesita buscar su integridad en la soledad. "En la tranquilidad silenciosa puede encontrar de manera intuitiva, una vez más, su camino de vuelta al centro" pg.180.


Este arquetipo se puede relacionar con la Remera, o la Sanadora de heridas de Giorgio Nardone, se trataría de una "muller fortis".







martes, 21 de mayo de 2013

Las Diosas de cada Mujer. Atenea

Atenea era la diosa griega de la artesanía y la sabiduría, para los romanos Minerva. Igual que Artemisa, es una diosa virgen, dedicada a la castidad y al celibato. Atenea era una bella diosa guerrera, protectora de la ciudad Atenas.

Se representaba con una lanza en una mano y un cuenco o un huso en la otra. Si Atenea era pintada por otra figura, éste era un varón.

Sus aptitudes abarcan la planificación, la ejecución, la estrategia y el sentido práctico. El valor del pensamiento racional, y el dominio de la voluntad y el intelecto sobre el instinto y la naturaleza.

Ella fue la "mano derecha" de su padre, Zeus. Pero la diosa no reconoció a su madre.
Atenea fue la protectora y aliada de los héroes de la cuidad.

Como arquetipo femenino es el patrón seguido por la mujeres lógicas, que son gobernadas por sus cabezas más que por sus corazones.

Si Atenea representa sólo uno de los arquetipos activos en una mujer - en lugar de ser el patrón dominante-, este arquetipo puede ser aliado de otras diosas. Por ejemplo, si está motivada por Hera en necesitar un compañero para sentirse completa, Atenea puede ayudar a definir la situación y a desarrollar una estrategia para conseguirle un hombre.

La cualidad de invulnerabilidad de Artemisa, también puede atribuirse a Atenea y a Hestia. Ella está motivada por sus propias prioridades.
A diferencia de Artemisa o Hestia, busca la compañía de los hombres. Puede ser compañera, o confidente, sin desarrollar sentimientos eróticos o intimidad emocional.

Fue la mejor estratega durante la guerra de Troya. Por ejemplo, Atenea puede manifestarse en una mujer con un "master" en administración de empresas, que asociada a un mentor, se abre camino en la escala empresarial.
Su perspicacia le permite recorrer su camino de manera eficaz en consideraciones políticas o económicas. La diplomacia es un reino en el que Atenea brilla.

Como diosa de la artesanía, era conocida por sus habilidades como tejedora. Atenea concede importancia a la previsión, la planificación y la paciencia.Sobrevivir y triunfar requieren rasgos de Atenea.

Como arquetipo de la "hija del padre", Atenea representa a la mujer, que de forma natural, gravita alrededor de hombres poderosos que encajan en el prototipo de hombre patriarcal o del "jefe". Muchas secretarias ejecutivas son mujeres Atenea. La cualidad de hija del padre, la hace defensora del derecho y los valores patriarcales, que fomentan la tradición y la legitimidad del poder del varón. Atenea tiene poca simpatía por las personas perdedoras, oprimidas o rebeldes.

La mujer Atenea tiene una tendencia natural a vivir con moderación, dentro del "justo medio".

Esta diosa se representaba vestida con una coraza de oro. Las defensas intelectuales le evitan sentir dolor, tanto el propio como le de los demás. Valora fríamente lo que está sucediendo y no se toma personalmente cualquier engaño o hostilidad.

Atenea se puede cultivar trabajando este arquetipo. Por ejemplo, si una mujer se toma en serio la escuela, y desarrolla disciplina de estudio para conseguir superar unos exámenes. O por necesidad, si es una niña en un hogar poco pacífico, aprenderá a ponerse una coraza protectora y a planear estrategias para sobrevivir o liberarse.

Esta mujer es práctica, sin complicaciones, no pendiente de sí misma y confiada. Suele tener buena salud, no tiene conflictos mentales y es físicamente activa. Tiene un aspecto de "buen tono". Los cuellos redondos y las camisas con botones hasta abajo son la ropa apropiada para esta mujer, que cultiva la asexualidad sin edad.

La niña Atenea comparte la capacidad de concentración de Artemisa, pero le añade una inclinación intelectual. Por ejemplo, a los tres años puede ser una lectora autodidacta.

Si cree como hija favorita de un padre con éxito y orgulloso de ella, le ayudará a desarrollarse. Si el padre no la favorece, puede tener carencia de confianza en sus capacidades. Si ella triunfa ante los demás, puede sentirse como una impostora a punto de "ser descubierta".

Si las madres no son mujeres Atenea ellas mismas, la mayoría se sienten no apreciadas. Como si sus hijas pertenecieran a una especie completamente diferente. Una madre así señalaba que "su hija tenía diez años y parecía que tenía treinta".

No son niñas problemáticas. Los cambios hormonales difícilmente afectan su comportamiento o estados de humor. Son extravertidas y con capacidades sociales. Planifican su futuro, y buscarán la manera de ir a la universidad.

En el trabajo, quiere conseguir sus metas y acepta la realidad tal como es. En el hogar, sobresale en las artes domésticas. Si se casa y lleva un hogar, suele ser una gestora eficaz. También puede ser una maestra excelente.

En relación con otras mujeres suele carecer de amigas cercanas. La amiga de una mujer Atenea puede sentirse hundida cuando está olvida su relación, y se concentra en ganar - a veces mediante el engaño- revelando una parte de su personalidad que mata la amistad.
Una mujer Atenea suele enfadarse con la mujer que se queja, en vez de enfadarse contra el hombre contra el que se dirige la queja.  Las feministas reaccionan encolerizadas ante este comportamiento, donde una mujer adquiere el reconocimiento en una situación dominada por hombres y hacen que su avance sea más difícil.

Está atraída por el poder. Valora a los hombres que consiguen lo que quieren, que son fuertes y ganadores.

En relación a la sexualidad, ella vive en su mente y no suele estar en contacto con su cuerpo. El sexo forma aparte de "un acuerdo" intrínseco a una relación, o de una acto calculado.

Como esposa, puede conseguir un buen matrimonio. Considera el matrimonio como una asociación mutuamente beneficiosa y suele ser impermeable a los celos sexuales. Pero puede menospreciar el interés de su marido por otra mujer. Si hay un divorcio, sobrelleva muy bien la situación.

Como madre, ella espera difícilmente a que sus niños crezcan hasta tener la edad en que ella puede hablarles y hacer proyectos con ellos. Se sirve de amas de casa o niñeras para que cuiden a sus hijos por ella. Encuentra difícil tratar con hijos que son fácilmente afectados por los sentimientos. Ella espera que sus hijos sean como ella, "buenos soldados".

En la mediana edad, puede considerar que esos años son los mejores. Pero también puede desembocar en una crisis, tal vez una crisis matrimonial. A mitad de su vida pueden activarse en ella otras diosas, y puede reaccionar de manera impredecible.

En la tercera edad continúa siendo práctica, llena de vida y energía. No llora por el nido vacío, y sus relaciones con sus hijos adultos suelen ser amistosas. La mayoría de sus hijos no tienen problemas con ellas.

Como dificultades psicológicas, su forma de vivir en la cabeza, le corta simpatía con los sentimientos y perspectivas de otras personas, debería hacer un esfuerzo por entender o imaginar de qué están hablando. También tiene la capacidad de intimidar a los demás y de suprimir la espontaneidad, vitalidad y creatividad de los que no son como ella. Éste es el efecto Medusa (un monstruo con serpientes en lugar de cabellos que convertía en piedra a todos los que fijaban la mirada en ella). Su falta de empatía es matadora. Y si ella está en una posición de poder o autoridad, puede utilizar el poder de la Medusa para aterrorizar y petrificar. Con un intelecto analítico y un corazón de piedra, la persona a la que se dirige puede sentirse "convertida en piedra". Ella es inconsciente de su poder negativo, es simplemente tal como ella lo ve.  Si se da cuenta que tiene algo que aprender de las personas, y se relaciona como un igual, se habrá desprendido de su coraza y de su efecto Medusa. Finalmente, su "haz cualquier cosa que funcione", la puede llevar a no preguntarse: "¿es justo? o "¿es ético?" y tendrá dificultades en entender porqué la gente se enfada por una conducta inmoral, especialmente si no les afecta personalmente.

Como desarrollo personal, puede iniciarse en la artesanía si su trabajo resulta muy absorbente. Y le dará un equilibrio interno sobre el mundo externo.También recuperar la niña perdida, enfocar la vida con los ojos bien abiertos y como si cada cosa fuera nueva por descubrir. Descubrir a su madre y valorarla y aprender de los valores matriarcales femeninos. Puede pensar así de forma diferente sobre su propia madre y sobre otras mujeres. Si llega a ser feminista, y cambia su manera de pensar, cambiará también su relación con los demás.


Este arquetipo de mujer se puede relacionar con el patrón de la Bella durmiente de Nardone. En una mujer que ha vivido siempre en el "justo medio" y es comedida, pero insensible a los puntos de vista o sentimientos de los demás. Que quizás en la mitad de su vida sufre una crisis que puede dar un giro a su comportamiento.